17 de noviembre de 2025

 

Iberdrola / Internet

Por Rebeca Solano

 

  • Vende activos a Cox por 4,200 mdd

La empresa energética española Iberdrola anunció este jueves la venta de todos sus activos en México por 4,200 millones de dólares a Cox Energy, una firma también española especializada en agua y energías renovables. Con esta transacción, Iberdrola consolida su salida del mercado mexicano tras años de tensiones con el gobierno federal.

La operación forma parte de la estrategia de expansión de Cox Energy, que busca crecer mediante adquisiciones clave en América Latina. Al mismo tiempo, Iberdrola refuerza su músculo financiero para invertir 63 mil millones de dólares en redes eléctricas, principalmente en Gran Bretaña y Estados Unidos durante los próximos seis años.

Activos vendidos y alcance de la operación

La transacción incluye una capacidad instalada de 2,600 megavatios (MW), compuesta por 1,368 MW de plantas de ciclo combinado y cogeneración, así como 1,232 MW en activos eólicos y solares. También se transfiere la actividad comercial y una cartera de proyectos de generación que Cox Energy planea desarrollar en el futuro, en sintonía con los marcos regulatorios impulsados por el gobierno mexicano.

En total, Iberdrola controlaba 15 centrales eléctricas en el país, incluidas seis plantas eólicas, tres solares y varias de gas natural, con una capacidad total de 2.6 gigavatios (GW).

Aprobaciones pendientes

Aunque la operación ya fue anunciada, la venta aún debe ser aprobada por los accionistas de Cox Energy, así como por las autoridades regulatorias mexicanas. Hasta ahora, accionistas que representan el 84% del capital de Cox ya han dado su respaldo.

Salida progresiva de Iberdrola

Esta no es la primera desinversión de Iberdrola en México. En 2023, la empresa ya había acordado la venta de activos por 6 mil millones de dólares, en su mayoría centrales de ciclo combinado. La decisión se produce en un contexto de creciente presión del gobierno mexicano sobre empresas privadas del sector energético, lo que llevó a Iberdrola a reducir paulatinamente su presencia en el país.

Con esta nueva venta, la compañía cierra un ciclo de más de dos décadas de operación en México y se enfoca en mercados con mayor estabilidad jurídica y regulatoria.