
Indignación por declaraciones del titular de la Sedena tras el asesinato de Carlos Manso
Por Rebeca Solano
El asesinato del presidente municipal, Chiapas, Carlos Manso, provocó una fuerte reacción de indignación y reclamos públicos contra el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), luego de que este afirmara que “no falló el protocolo de seguridad” durante el atentado.
Diversos actores políticos, analistas y ciudadanos expresaron su rechazo a las declaraciones del secretario de la Defensa, considerándolas insensibles y contradictorias frente a la muerte del edil, quien fue asesinado a plena luz del día pese a contar con presencia militar en la zona.
“¿Cómo puede decir que no falló el protocolo cuando el presidente municipal está muerto? Claro que falló. Lo mataron y ustedes tenían la obligación de defenderlo”, reprochó uno de los discursos difundidos en redes sociales, que refleja el sentir de amplios sectores ante el creciente clima de impunidad y violencia política en el país.
El reclamo subraya que las fuerzas castrenses tenían la responsabilidad de proteger al edil, y cuestiona la falta de reacción del personal militar que se encontraba en el perímetro al momento del ataque.
“¿Cómo que no fallaron? Si se les coló un asesino hasta el presidente municipal. ¿O no fallaron porque eran cómplices? ¿O porque estaba premeditado su asesinato?”, se escucha en el mensaje, que ha circulado ampliamente en plataformas digitales.
El asesinato de Carlos Manso —ocurrido en medio de la escalada de violencia en Chiapas atribuida a la disputa entre grupos criminales— ha vuelto a poner en la mira la efectividad de los protocolos de seguridad federal y estatal, así como la actuación del Ejército en zonas de alto riesgo.
Las críticas apuntan directamente a la Sedena, a la que acusan de omisión, negligencia o incluso complicidad ante los ataques contra autoridades locales.
“En este país, hablar mal del gobierno te cuesta la vida. A Carlos Manso lo mató el Estado”, señala otra parte del mensaje viral, en referencia al deterioro de la seguridad pública y la falta de protección a funcionarios locales.
El caso ha reavivado el debate sobre el papel del Ejército en la seguridad interna y sobre su verdadera subordinación a los principios constitucionales, en un contexto donde la violencia política sigue cobrándose vidas incluso dentro de los propios gobiernos municipales.
Hasta el momento, la Sedena no ha emitido una postura adicional sobre las declaraciones que detonaron la controversia, mientras la Fiscalía General de la República y autoridades estatales continúan las investigaciones del atentado contra el alcalde.
