
Nicolás Maduro
Por Rebeca Solano
Ante el temor de un conflicto armado con Estados Unidos, el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela ha sido acusado de promover la vigilancia ciudadana mediante una aplicación móvil llamada VenApp, originalmente creada para reportar fallas en los servicios públicos, pero ahora utilizada para denunciar “actividades sospechosas” o actos considerados desleales.
La app, lanzada en 2022, ha sido severamente criticada por organizaciones de derechos humanos, que advierten sobre un sistema de espionaje social y persecución política.
“Esta iniciativa representa una grave preocupación para la privacidad y la libertad de expresión”, denunció el colectivo Venezuela Sin Filtro, al señalar que la aplicación podría derivar en detenciones arbitrarias.
El cambio de uso de VenApp ocurre mientras Maduro acusa a EE.UU. de planear un “cambio de régimen”, luego de que el presidente Donald Trump autorizara operaciones de la CIA en territorio venezolano y desplegara buques de guerra y 10 mil soldados en el Caribe, bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
Las operaciones militares estadounidenses han sido cuestionadas por la ONU y varios gobiernos latinoamericanos, que advierten sobre ejecuciones extrajudiciales y un abuso del poder presidencial estadounidense.
En paralelo, Apple y Google eliminaron VenApp de sus tiendas, aunque el software sigue activo para usuarios que ya la tenían instalada o que acceden por versiones web.
Según Amnistía Internacional, la app fue utilizada tras las elecciones presidenciales de 2024, en las que Maduro se proclamó vencedor en medio de denuncias de fraude, para perseguir a manifestantes y opositores.
“Es aterrador que ahora exista una aplicación para que los ciudadanos se denuncien entre sí”, declaró una simpatizante de la oposición a CNN.
La tensión aumentó cuando Maduro acusó sin pruebas al presidente de Ecuador, Daniel Noboa, de permitir el tránsito de droga por su país. En respuesta, Quito rechazó las “falsas declaraciones de un gobernante ilegítimo” y lo acusó de estar vinculado al Cártel de los Soles, señalado por EE.UU. como una red de narcotráfico encabezada por altos mandos del chavismo.
El gobierno ecuatoriano reiteró su compromiso con la lucha contra el narcotráfico, mientras Venezuela mantiene una campaña de acusaciones y propaganda interna en medio del deterioro político y económico más grave de su historia reciente.
