
Violencia en Michoacán: asesinatos y pactos criminales mantienen al estado en guerra
Por Rebeca Solano
Tras los asesinatos del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y del líder de productores de limón, Bernardo Bravo, la presidenta Claudia Sheinbaum cuestionó: “¿Qué proponen?”.
Michoacán enfrenta un conflicto paramilitar y una carrera armamentista entre el Cártel Jalisco Nueva Generación, sus aliados de Los Viagras y los Cárteles Unidos, una coalición de antiguos miembros de Los Caballeros Templarios y mafias locales.
El saldo de la guerra incluye miles de vidas perdidas, como la de Josefina, de 19 años, trabajadora de un grupo criminal, y su padre, ambos asesinados como mensaje de terror. La violencia se ha sofisticado con drones con explosivos, minas terrestres, armas Barret 0.50, vehículos blindados y mercenarios extranjeros.
Los cárteles buscan extorsionar industrias agrícolas de limón y aguacate por miles de millones de dólares. El asesinato de Bernardo Bravo fue un mensaje político de la mafia.
Expertos como Nancy Canjura (Causa Común) señalan que los grupos criminales, no las autoridades, controlan el territorio. La violencia está estrechamente vinculada a pactos político-criminales, incluyendo operaciones del Ejército Mexicano y cárteles, como la masacre de 400 sicarios del CJNG en 2021, confirmada por el International Crisis Group.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla ha sido señalado por su vinculación con Cárteles Unidos, mientras que la narcoelección de 2021 facilitó que los cárteles influyeran en comicios locales, incluyendo el secuestro de candidatos.
A pesar de estos antecedentes, el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia de Sheinbaum no contempla medidas para romper los vínculos entre políticos y criminales, lo que pone en riesgo a la población y perpetúa el ciclo de asesinatos y enfrentamientos armados.
Analistas como Falko Ernst advierten que, sin un enfoque integral que incluya ruptura de pactos político-criminales y medidas de protección inmediata, la violencia seguirá cobrando vidas como las de Carlos Manzo y Bernardo Bravo.
