27 de septiembre de 2025

“Huachicol fiscal” /Video

Por Rebeca Solano

El caso del llamado “huachicol fiscal” se ha convertido en un escándalo de dimensiones internacionales que involucra a mandos de la Secretaría de Marina, a empresas importadoras de combustibles y a autoridades estadounidenses.

La trama incluye la captura en marzo pasado de un buque procedente de Beaumont, Texas, con 63 mil barriles de diésel declarados como petroquímicos. El puerto de salida está ubicado junto a la refinería de Deer Park, considerada en su momento la “joya” energética adquirida por el gobierno de la 4T.

El expediente judicial revela que las alertas venían de meses atrás. En junio de 2024, se presentó una carta denunciando a familiares del almirante Rafael Ojeda Durán, entonces secretario de Marina. Cuatro meses después, en octubre, fue asesinado un auxiliar de la FGR que participaba en las pesquisas. Y en noviembre, un contralmirante fue detenido tras ser citado a declarar en torno a esas denuncias.

La operación en puertos y aduanas habría contado con protección de altos mandos navales, lo que explica la magnitud de las ganancias ilícitas y la complejidad para rastrear el origen del combustible. De acuerdo con especialistas, el huachicol ya no se limita a pipas o tomas clandestinas, sino a un sofisticado esquema fiscal y aduanero, con respaldo institucional.

El tema escaló diplomáticamente en septiembre, cuando el senador republicano Marco Rubio visitó México y semanas después estalló el escándalo en la opinión pública. En ese contexto, el viaje del secretario de Seguridad capitalino, Omar García Harfuch, a Washington, levantó especulaciones sobre el verdadero propósito de su visita, más allá de la agenda oficial.

El caso abre un frente de tensión entre México y Estados Unidos, mientras la Fiscalía General de la República continúa integrando carpetas que involucran a empresarios, aduanales y mandos navales en la red que permitió el ingreso de combustible de contrabando disfrazado de importación legal.