Clan Bermúdez / Código Magenta
Por Redacción
- Lavado y nexos con el poder detrás de “La Barredora”
Las redes empresariales de la familia Bermúdez Requena, encabezadas por el exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, salpican a las altas esferas de los gobiernos surgidos de la coalición del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Contratos públicos millonarios, vínculos con figuras clave de la 4T y registros notariales comprometedores exhiben una estructura que combina corrupción institucional, lavado de dinero y presunta complicidad con el crimen organizado.
El pasado 24 de julio, el gobierno federal ordenó el congelamiento de cuentas bancarias de Hernán Bermúdez y su familia, como medida preventiva por presuntos vínculos con el grupo criminal “La Barredora”, una de las organizaciones con mayor operación en Tabasco. La medida incluye las cuentas de su hermano Humberto Bermúdez Requena, quien, junto con su hijo Raúl Bermúdez Arreola —exfuncionario del Tren Maya—, ha sido beneficiario de al menos 46 millones de pesos en contratos públicos entre 2021 y 2025.
Una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad revela que el clan Bermúdez ha tejido alianzas con contratistas de alto perfil, como Manuel Santandreu Hernández, accionista de Grupo Huerta Madre —empresa que recibió un contrato por 6 mil 344 millones de pesos en Dos Bocas—, y Andrés Escudero Aguilar, cuyos consorcios suman casi 1,190 millones de pesos en obras de Sedatu y SCT.
Además, documentos notariales muestran que la Notaría 27 de Villahermosa, dirigida por Adán Augusto López Hernández, actual coordinador de Morena en el Senado y exsecretario de Gobernación, fungió como actuario en al menos 12 constituciones de empresas del clan Bermúdez, validando movimientos internos clave en su estructura corporativa.
La información publicada por Animal Político, basada en informes de inteligencia militar, identifica al menos 28 empresas fachada utilizadas por Hernán Bermúdez para encubrir actividades ilegales como contrabando de combustible, lavado de dinero y tráfico de cocaína. La estructura financiera incluye constructoras, inmobiliarias, casas de apuestas, energía, minería y hasta empresas de videojuegos.
Estas revelaciones ponen bajo la lupa a dos figuras centrales del lopezobradorismo: Adán Augusto López y Rocío Nahle, actual gobernadora de Veracruz. La participación de Grupo Huerta Madre —empresa ligada al entorno de Nahle— en contratos opacos de la refinería de Dos Bocas reaviva las dudas sobre la transparencia del megaproyecto, al igual que el papel de Raúl Bermúdez en el Tren Maya, de donde fue destituido el pasado 21 de julio tras denuncias de corrupción.
Entre los contratos más destacados del clan figuran:
- 969 millones de pesos asignados a Grupo Industrial Samaria e Inmobiliaria y Constructora Samaria (vinculadas a Humberto Bermúdez y Santandreu) por parte de la SCT.
- 221 millones de pesos otorgados por la Sedatu entre 2024 y 2025.
- Un contrato exprés de 6,344 millones de pesos a Grupo Huerta Madre cinco días después de su constitución, en consorcio con la empresa holandesa Van Oord.
De acuerdo con analistas, la red empresarial y delictiva del clan Bermúdez revela cómo el crimen organizado ha logrado penetrar estructuras políticas y económicas del Estado, disfrazando sus operaciones bajo el manto de contratos legales y alianzas con actores cercanos al poder.
La exposición de esta red plantea serias interrogantes sobre el uso discrecional de recursos públicos en proyectos insignia de la 4T, y sobre la complicidad institucional que ha permitido operar a organizaciones criminales con total impunidad.
(Con información de Código Magenta)