
Futuro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz / Internet
Por Redaccion
El futuro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz, ha dejado claro que no comprende la responsabilidad que asumirá ni conoce los límites ni funciones de su cargo. Sobran ejemplos que lo acreditan; aquí presento algunos de los más graves.
Para empezar, dijo que no usaría toga, ignorando que hay normativas que lo obligan a hacerlo. Cuando se le hizo notar, respondió que propondría una iniciativa para eliminar dicha obligación. Grave error: ni él ni el Pleno de la Corte tienen facultades para presentar iniciativas de ley ante el Congreso.
Basta con leer el artículo 71 constitucional, que delimita claramente quiénes pueden ejercer el derecho de iniciativa. Aguilar Ortiz no es legislador, ni presidente de la República, ni titular de un organismo con dicha facultad. Como futuro ministro, parece desconocer incluso los principios básicos de división de poderes.
En otro de sus desplantes de populismo jurídico, ha dicho que quiere una Corte “itinerante”. Esa ocurrencia también choca con la Constitución. El artículo 44 establece que la Ciudad de México es la sede de los Poderes de la Unión, y no es algo que pueda cambiarse con declaraciones improvisadas.
Sus dichos, que buscan ganar simpatías, no solo evidencian ignorancia, sino un profundo desprecio por el marco constitucional. Que alguien así llegue a presidir la Suprema Corte no es solo preocupante: es peligroso para la República.
La toga le quedará grande. No por lo formal, sino porque le faltan el conocimiento, el carácter y el respeto por la ley que exige el cargo.
(Con información de Elisur Arteaga)
