17 de noviembre de 2025

Carne/Internet

Por Rebeca Solano

 

  • Advierten impacto duradero por sequía y escasez de ganado

Tras el repunte en los precios de los huevos por la gripe aviar, ahora es la carne de res la que bate récords históricos en supermercados de Estados Unidos, con un aumento de casi el 9 % desde enero, según datos del Departamento de Agricultura. El precio por libra (453 gramos) se sitúa en US$ 9,26, y productos como el filete y la carne molida han subido 12,4 % y 10,3 %, respectivamente, en el último año.

Expertos advierten que, a diferencia del huevo, cuyos precios retrocedieron tras normalizarse la producción, el abaratamiento de la carne de res será más lento y complicado. Factores estructurales como la sequía, la reducción del hato ganadero y el aumento de las importaciones han limitado la oferta nacional, mientras la demanda se mantiene firme.

“La carne de res es mucho más compleja que los huevos. La ganadería sigue siendo el ‘Salvaje Oeste’ del mercado de proteínas”, explicó Michael Swanson, economista jefe de agricultura en Wells Fargo.

Según la Federación Estadounidense de Oficinas Agrícolas (AFBF), el número de cabezas de ganado en EE.UU. se encuentra en su nivel más bajo en 74 años. Muchos ganaderos han abandonado el negocio ante el alto costo del alimento para ganado, agravado por la sequía en grandes zonas productoras.

Pese a los precios elevados, el consumo interno de carne de res no ha caído significativamente, aunque las exportaciones disminuyeron 22 % en mayo frente al año pasado. Actualmente, cerca del 8 % de la carne de res consumida proviene de países como Argentina, Brasil y Australia.

Frente al encarecimiento sostenido, minoristas como Walmart han comenzado a iniciar sus propios procesos de abasto directo. El mes pasado, inauguraron su primera planta de procesamiento en Kansas, buscando eliminar intermediarios y reducir costos.

Sin embargo, el panorama sigue incierto. “Nos estamos acercando al pico del ciclo actual. Nadie quiere quedarse con el ganado más caro cuando los precios comiencen a bajar, lo que ocurrirá inevitablemente”, advirtió Swanson.

La recuperación del sector dependerá, en parte, de la confianza del consumidor y su capacidad de compra. Si esta cae, los efectos podrían extenderse a toda la cadena productiva.