28 de septiembre de 2025

 

Dirigente nacional de Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Álvarez Máynez  / Internet

Por Maria Fernández

 La reciente visita del dirigente nacional de Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Álvarez Máynez, a Veracruz ha generado polémica no solo por el discurso que enarbola, sino por los hechos que coincidieron con su gira por el estado: mientras pronunciaba mensajes públicos en municipios como Papantla y Tuxpan, al interior del penal de este último estallaba un motín que dejó siete personas muertas y once heridas.

La visita de Máynez, enmarcada en una estrategia para “reconectarse con la ciudadanía”, se ha visto opacada por la violencia y el cuestionamiento a las candidaturas promovidas por MC en la entidad, muchas de ellas con antecedentes turbios o presuntos vínculos con grupos delictivos.

El incidente en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Tuxpan, ocurrido mientras el dirigente nacional recorría la zona norte del estado, ha sido visto por analistas y ciudadanos como una coincidencia inquietante. Aunque no se ha establecido relación directa entre ambos hechos, el contexto político y de seguridad de Veracruz obliga a mirar con mayor detenimiento los movimientos del partido y sus representantes.

Movimiento Ciudadano ha sido criticado por postular candidatos cuestionados, y en lugar de deslindarse, Máynez ha guardado silencio, incluso respaldando a figuras locales señaladas por prácticas opacas o vínculos con redes de poder informal.

“El mensaje de renovación que presume Movimiento Ciudadano contrasta con la realidad de sus candidaturas en Veracruz”, señalan activistas y observadores políticos locales. “Lejos de representar una alternativa, están replicando las peores prácticas de los viejos partidos”.

Este patrón —candidaturas polémicas, discursos vacíos y eventos violentos coincidiendo con actos partidistas— genera preocupación en una entidad que enfrenta serios retos en materia de seguridad y gobernabilidad.

Organizaciones civiles han llamado al partido naranja a asumir su responsabilidad política en la selección de candidatos y a romper con pactos de impunidad. También han exigido que Máynez se pronuncie sobre los hechos ocurridos en Tuxpan y el perfil de quienes han recibido el respaldo de MC en la región.

La gira de Máynez, que intentaba reposicionar al partido de cara a los procesos locales y federales de 2026, ha terminado por exponer las contradicciones internas de un proyecto que dice representar a la nueva política, pero que en los hechos reproduce prácticas del pasado.

Veracruz, afirman voces críticas, no necesita más espectáculo político, sino responsabilidad y coherencia. Y si Movimiento Ciudadano aspira a consolidarse como opción real, deberá empezar por limpiar su propia casa.