17 de noviembre de 2025

 

Asesinan a abogado

Por Redacción

  • Crimen exhibe omisión y posible complicidad de autoridades

El asesinato del reconocido abogado Hiram Vizcarra, ejecutado dentro de su vehículo en pleno centro de la ciudad, sacudió a la población y volvió a colocar bajo la lupa la incapacidad y posible connivencia de autoridades en la zona norte de Veracruz, territorio donde —según denuncias ciudadanas— el poder real no lo ejerce el Estado.

La noche de este sábado, en la calle Arista, a unos pasos de Cuitláhuac y General Arteaga, sicarios acribillaron a quemarropa al abogado, sin obstáculos y sin presencia policial. La agresión fue directa, rápida y, como señalan testigos, impecablemente impune: los responsables huyeron sin prisa y sin miedo.

Minutos después arribaron elementos de Seguridad Pública, Marina y Ejército, quienes se limitaron a acordonar la zona, levantar casquillos y elaborar un parte informativo que, como suele ocurrir, no explica nada.

La muerte de Vizcarra, figura de peso en el ámbito legal regional, rompió la ilusión de gobernabilidad que presume la administración estatal, pues en Tuxpan la violencia es cotidiana, pero lo que sorprende es que la autoridad reacciona cada vez menos.

Las omisiones oficiales ya no parecen errores, sino que huelen a permisividad, protección y contaminación del poder, según expresaron vecinos y abogados consultados.

Mientras se anuncian operativos y se recaban declaraciones, Tuxpan continúa como un territorio donde el crimen se mueve con libertad, mientras la autoridad estatal y municipal actúa como espectadora.

El asesinato de Hiram Vizcarra es un mensaje contundente: en el norte de Veracruz, la vida se apaga más rápido que la reacción gubernamental.

Y deja una pregunta que crece entre la ciudadanía:
¿Cuántas muertes más necesita el gobierno para dejar de fingir que controla Tuxpan?

Por ahora, la realidad es inquietante:
el crimen avanza… y la autoridad retrocede.