Ovidio Guzmán López
Por Rebeca Solano
La Fiscalía de Estados Unidos en Nueva York retiró a Ovidio Guzmán López cinco de los delitos más graves que enfrentaba, entre ellos tráfico de fentanilo, armas y lavado de dinero.
De acuerdo con fuentes judiciales, esta decisión se interpreta como parte de una estrategia para derribar estructuras criminales vinculadas con México.
Versiones extraoficiales señalan que Ovidio Guzmán habría aceptado convertirse en testigo protegido, lo que abriría la puerta a un “mega expediente” contra redes de complicidad política y financiera en el país.
En este contexto, se recordó la lista negra del senador Marco Rubio, en la que se mencionan nombres de presuntos colaboradores de grupos criminales y que en su momento fue desestimada por el gobierno mexicano. La reciente decisión judicial ha reavivado las sospechas sobre su veracidad.
La hipótesis que circula es que los golpes recientes al crimen organizado en México no serían únicamente mérito de las autoridades nacionales, sino parte de una operación coordinada con Washington.
La gran incógnita ahora es el impacto político: ¿Claudia Sheinbaum mantendrá la protección a López Obrador y a sus hijos, o marcará distancia para intentar cerrar el ciclo de violencia de los últimos años?