Tragedia en Altata
Por Redacción
La maestra Jesamel Rodríguez Zazueta, de 36 años, perdió la vida tras recibir un disparo en el rostro en la bahía de Nuevo Altata, municipio de Navolato, mientras regresaba de celebrar por adelantado su cumpleaños junto a su esposo y sus dos hijas, una de ellas recién nacida.
El ataque ocurrió la noche del sábado, en medio de un tiroteo dirigido a las oficinas de la sindicatura de la zona, donde sujetos armados desataron ráfagas de disparos. Aunque su familia resultó ilesa, Jesamel no sobrevivió, dejando un profundo vacío entre sus seres queridos y en la comunidad educativa.
Jesamel no era solo maestra de vocación; también era emprendedora, ofreciendo servicios de belleza y bienestar, y reconocida por su cercanía y calidez con quienes la conocían. Su muerte resalta la vulnerabilidad de civiles frente a la violencia que persiste en Sinaloa.
El ataque se sumó a otros hechos violentos esa misma noche: un hotel en Nuevo Altata fue incendiado y, en la comunidad de La Bebelama, San Pedro, se encontró el cuerpo decapitado de un hombre con un mensaje intimidatorio.
El gobernador Rubén Rocha aseguró que desconocía detalles de lo ocurrido, aunque afirmó que existía un operativo de seguridad en la zona. La tragedia, sin embargo, evidencia la preocupación de la sociedad por la impunidad de grupos armados que continúan operando con libertad.
El caso de Jesamel Rodríguez Zazueta ha generado conmoción y cuestionamientos sobre la seguridad en Sinaloa, donde incluso actividades familiares y turísticas se han vuelto peligrosas. Su comunidad y el gremio educativo local lamentan la pérdida de una mujer dedicada y ejemplar, cuyo legado y memoria no deben ser olvidados.