Cantante de corridos tumbados Natanael Cano / Internet
Por Rebeca Solano
El cantante de corridos tumbados Natanael Cano pasó una noche en el Cereso Hermosillo 1, en Sonora, pero no como recluso, sino acompañando a uno de sus colaboradores actualmente preso por abuso sexual.
A través de un video difundido en redes sociales, Cano evidenció la permisividad y corrupción dentro del sistema penitenciario, mostrando cómo tuvo acceso a instalaciones restringidas y pudo convivir con el interno sin ser registrado como visitante formal.
El material ha generado polémica y cuestionamientos sobre la seguridad y vigilancia en los penales de Sonora, mientras usuarios y medios destacan la facilidad con la que figuras externas pueden ingresar a los centros de reclusión.
El hecho también ha puesto en la mira la supervisión de las autoridades penitenciarias y la necesidad de auditorías y protocolos más estrictos para evitar este tipo de irregularidades.