17 de noviembre de 2025

Tom Homan, designado por Donald Trump como “zar de la frontera”  / Internet

Por Rebeca Solano

 Tom Homan, designado por Donald Trump como “zar de la frontera”, lanzó una advertencia contundente a los cárteles mexicanos: si atacan a soldados estadounidenses desplegados en la frontera sur, el gobierno responderá con fuerza militar. “Tenemos la capacidad de borrarlos de la faz de la Tierra”, declaró en entrevista con ABC News Live, al delinear la estrategia de seguridad fronteriza del virtual candidato republicano.

Homan aseguró que una eventual administración de Trump no solo militarizará la frontera, sino que buscará designar a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, abriendo la puerta a acciones militares directas en territorio mexicano bajo la justificación de seguridad nacional.

“La estrategia es clara: eliminar la amenaza en su origen, y si eso implica operaciones más allá de la frontera, lo haremos”, sostuvo Homan, exdirector de ICE y uno de los principales arquitectos de la política migratoria de mano dura durante la primera presidencia de Trump.

La declaración ha encendido alarmas tanto en México como entre organismos internacionales, ya que implica una posible violación a la soberanía nacional. Aún no hay una respuesta oficial del gobierno mexicano, pero expertos en relaciones bilaterales advierten que esta postura eleva significativamente el nivel de confrontación.

Esta amenaza se da en el contexto de la campaña presidencial estadounidense, en la que Trump ha convertido la migración, el narcotráfico y la seguridad fronteriza en ejes centrales de su narrativa electoral. La propuesta de tratar a los cárteles como “enemigos combatientes” ha sido respaldada por sectores ultraconservadores y militares retirados, aunque también ha sido cuestionada por juristas y diplomáticos por sus implicaciones legales y políticas.

La posibilidad de que fuerzas estadounidenses actúen unilateralmente en México, incluso de forma preventiva, ha sido considerada por analistas como un riesgo geopolítico mayor que podría tensar al límite la relación bilateral.

Mientras tanto, la violencia del narco en regiones fronterizas continúa al alza, y Trump parece decidido a capitalizar esa crisis con una retórica bélica que promete votos, pero amenaza con incendiar aún más la región.