18 de octubre de 2025

 

Dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y senador, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas,

Por Rebeca Solano

Este martes, en conferencia de prensa desde el Senado de la República, el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y senador, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, denunció que el gobierno federal entregó contratos por 25.6 millones de pesos a la encuestadora Enkoll, señalada por publicar hasta 80% de aprobación popular a favor de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo durante su primer año de gestión.

Acompañado por senadores priistas, Moreno Cárdenas exhibió documentación sobre 52 contratos adjudicados a Enkoll, a la que calificó como la “encuestadora favorita de Morena” y un “brazo ejecutor del oficialismo para manipular la percepción pública”.

“Lo que queremos demostrar es que esta casa encuestadora, el brazo ejecutor de Morena, sirve para generar percepción y darles publicidad con millones de pesos, para querer construir la idea de que todo va bien y que Morena es un partido consolidado en México”, señaló el dirigente tricolor.

Moreno aseguró que los resultados de Enkoll “están totalmente alejados de la realidad”, pues —dijo— Morena se ha desplomado más de 20 puntos en apoyo ciudadano debido a sus nexos con el crimen organizado.

“El tema de la Barredora, de los narcopolíticos de Morena involucrados, no solo los ha llevado al desprestigio, sino a la decepción de muchos mexicanos que creyeron en ellos y hoy los repudian. Son morenarcos, no servidores públicos”, afirmó.

El líder del PRI señaló que Enkoll ha recibido recursos públicos de diversas dependencias federales, entre ellas Lotería Nacional, Secretaría de Salud, Comunicaciones, Fonatur, SEMAR, IMSS, Gobernación, Bancomex y Notimex, para difundir encuestas “fabricadas para legitimar al régimen”.

“El gobierno cínico y corrupto de Morena pretende engañar al pueblo de México todos los días con datos falsos y encuestas manipuladas”, agregó.

Finalmente, Moreno Cárdenas advirtió que esta práctica representa una estrategia de propaganda con dinero público, mediante la cual el gobierno busca “comprar encuestas” mientras “el país se cae a pedazos”.