
Adán Augusto
Por Rebeca Solano
Un reportaje reveló un presunto entramado de empresas en México y Estados Unidos operado por Fernando y Carlos Padilla, señalados como socios y prestanombres del senador Adán Augusto López Hernández, desde donde —según la investigación— se habría montado una estructura para tráfico de influencias, contratos a modo, lavado de dinero y defraudación fiscal.
De acuerdo con la versión difundida, los operadores habrían acumulado más de 1,600 millones de pesos, aprovechando posiciones de poder de Adán Augusto en la gubernatura de Tabasco, la Secretaría de Gobernación y ahora en la coordinación de Morena en el Senado.
El esquema descrito señala que Adán Augusto sería el enlace político, mientras que Fernando Padilla funge como director general de Grupo Kosac, y Carlos Padilla como operador cotidiano desde el área de relaciones públicas.
Según la denuncia pública, el método funcionaría así:
- Se gestionan contratos gubernamentales para empresas vinculadas a los Padilla.
- Una parte del dinero va a proveedores, otra a presuntos sobornos
- Y otra regresaría a través de empresas fachada y movimientos financieros en México y EE.UU.
Entre las compañías citadas en la investigación en territorio estadounidense están PenCharts, St. Juan Manuel, Malawi Capital Corp, entre otras.
En México, destacan firmas ligadas también a Mario Manuel Guerra Babarak, operador cercano a López Hernández y a Andy López Beltrán, como:
- S-Medical, dedicada a unidades médicas móviles usadas para posicionar aspirantes.
- Hazmen Construcciones, señalada como una de las “constructoras favoritas” del oficialismo.
- La revista Líder, mencionada como plataforma política de la fallida precampaña presidencial de Adán Augusto.
La investigación cuestiona el origen del financiamiento detrás de los 458 espectaculares colocados en todo el país durante su intento presidencial —el triple de los utilizados por Claudia Sheinbaum— pese a haber obtenido solo 11% en la encuesta interna de Morena.
Finalmente, el reportaje afirma que, por decisión política, Adán Augusto permanece como coordinador de los senadores de Morena, desde donde seguiría operando “una máquina bien aceitada de influencias y privilegios”.
La pieza concluye con una crítica directa al discurso oficial: “Prometieron cero impunidad. Lo que observamos es impunidad.”
