Senador Adán Augusto López Hernández / Redes Sociales
Por Rebeca Solano
- Ruptura en los López Obrador
Tabasco vive una tormenta política de alto calibre. En redes sociales comenzó a circular la versión de que el senador Adán Augusto López Hernández estaría dispuesto a romper el silencio y revelar información comprometedora sobre el expresidente Andrés Manuel López Obrador y su hermano, José Ramiro López Obrador, actual secretario de Gobierno de Tabasco.
El conflicto estalló luego de que José Ramiro denunciara ante la Fiscalía estatal a Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad durante el gobierno de Adán Augusto y señalado como líder de “La Barredora”, una organización criminal con presuntos vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La ofensiva legal contra Bermúdez habría generado molestia en el exsecretario de Gobernación, quien considera que la investigación inevitablemente podría salpicarlo, dado que el exjefe policiaco fue su mano derecha en temas de seguridad en el estado.
La situación escaló este viernes cuando Adán Augusto publicó un mensaje en el que se dijo dispuesto a comparecer ante cualquier autoridad y deslizó una crítica velada a su excolaborador, sugiriendo que debía “aclarar los hechos”. El mensaje fue interpretado por observadores como un intento de marcar distancia y blindarse ante una eventual vinculación en la trama.
Sin embargo, versiones no confirmadas apuntan a que Adán Augusto podría estar preparando una ofensiva política que incluya revelar información delicada sobre el expresidente y su hermano, lo que significaría un quiebre histórico en el núcleo de poder que dio origen a la llamada Cuarta Transformación.
El trasfondo político del enfrentamiento también revela una pugna por el control del estado de Tabasco y por los espacios de poder rumbo a la recomposición del gabinete de Claudia Sheinbaum, donde tanto Adán Augusto como José Ramiro buscan colocar a sus cuadros.
De confirmarse esta fractura, sería la primera vez que una figura tan cercana al expresidente López Obrador se confronta abiertamente con su entorno familiar y político, con potenciales consecuencias tanto legales como electorales para el movimiento que aún domina el país.
