15 de octubre de 2025

 

Científicos civiles detectan un raro círculo de radio doble en el espacio, el más lejano conocido

Por Rebeca Solano

Una inusual estructura de doble anillo detectada en el espacio ha resultado ser una rareza cósmica. La anomalía, captada por un radiotelescopio, es un círculo de radio extraño (ORC), compuesto probablemente de plasma magnetizado, con un tamaño que supera entre 10 y 20 veces a nuestra galaxia, la Vía Láctea.

El círculo recién descubierto, denominado RAD J131346.9+500320, se encuentra a 7.500 millones de años luz de la Tierra y es el primer ORC identificado por científicos civiles y solo el segundo que presenta dos anillos. Los anillos, que parecen cruzarse debido a nuestro punto de vista, abarcan 978.469 años luz de diámetro.

Según el Dr. Ananda Hota, autor principal del estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, los ORC podrían contener pistas sobre cómo las galaxias y los agujeros negros coevolucionan. El hallazgo surgió gracias al proyecto de ciencia ciudadana RAD@home Astronomy Collaboratory, que entrena a voluntarios para analizar imágenes astronómicas.

El ORC apareció en datos del Telescopio Low Frequency Array (LOFAR), el radiotelescopio más grande y sensible que opera en frecuencias bajas. Hota explicó que los anillos podrían haberse formado por un gran evento explosivo en la galaxia central, que reenergizó nubes antiguas de plasma magnetizado, creadas por chorros de agujeros negros supermasivos.

El equipo también identificó dos ORC adicionales en otras galaxias, observando que los chorros de los agujeros negros interactúan con el plasma circundante, formando estos anillos de radio.

El descubrimiento demuestra que la ciencia ciudadana puede ampliar los límites del conocimiento astronómico, especialmente en fenómenos difíciles de entrenar para IA, debido a la escasez de ejemplos conocidos.

El hallazgo permite a los científicos mirar hacia el pasado del universo, ya que la luz del círculo de radio ha viajado 7.500 millones de años, ofreciendo información sobre la evolución de galaxias y el papel de los ORC en la formación estelar.

Próximos telescopios de nueva generación, como el Square Kilometre Array (SKA) en Sudáfrica y Australia, permitirán observar estos círculos con mayor detalle, ayudando a resolver los misterios de su origen, expansión y relación con agujeros negros supermasivos.