
Comparecencia de SEDECOP evidencia opacidad y falta de resultados en Veracruz
Por Julio Altamirano
La comparecencia del titular de la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario (SEDECOP), Ernesto Pérez Astorga, durante la Glosa del Primer Informe de Gobierno de Rocío Nahle, fue criticada por especialistas y ciudadanos como un espectáculo de autoelogio oficial, más que un ejercicio de rendición de cuentas.
El informe del secretario estuvo lleno de cifras imposibles de verificar, inversiones anunciadas sin sustento y opacidad en los proyectos, mientras Veracruz continúa con rezago industrial, desigualdad y falta de empleos dignos.
Entre los principales señalamientos:
- Inversiones “históricas” de 4,300 millones de dólares sin contratos, convenios, calendarios de obra ni evidencia de creación de empleos. La mayoría de los proyectos están en fase preliminar, con miles de empleos anunciados solo como estimaciones de empresas.
- Giras al extranjero a Alemania, China, Canadá y España sin detallar costos, asistentes, viáticos ni acuerdos concretos, mientras se repite la palabra “vinculación” como justificación.
- Corredor Interoceánico: SEDECOP reporta 840 millones de pesos invertidos, sin desglose por municipio, obra, proveedor o impacto económico. La región Istmo–Coatza sigue enfrentando pobreza laboral e inseguridad.
- Polo de Desarrollo de Tuxpan: proyecto aprobado en solo cuatro meses, sin transparencia sobre costo del terreno, avalúo, estudios ambientales ni consulta ciudadana, lo que genera sospechas de sobreprecio o irregularidades.
- Apoyo a mipymes y artesanos: resultados mínimos, con ventas de Hecho en Veracruz de apenas un millón de pesos en un año y premios artesanales sin políticas sostenidas para fortalecer el sector.
El contraste entre la narrativa oficial y los resultados reales es evidente: mucho ruido y cero rendición de cuentas, sin evidencia material, contratos verificables, indicadores claros ni metas para 2026.
Especialistas destacan que la estrategia de SEDECOP parece centrarse en inflar cifras y discursos optimistas, mientras Veracruz sigue atrapado en desigualdad y falta de desarrollo económico tangible.
