
Gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García
Por Julio Altamirano
La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, afirmó que ser gobernante “no es para blandengues ni para timoratos”, al señalar que el cargo exige carácter, firmeza, empatía y sensibilidad. Reconoció que ha sido tildada de déspota y soberbia, pero sostuvo que su actitud responde a las responsabilidades del cargo.
“Soy firme porque tengo que serlo, no hay lugar para timoratos. Ser gobernante requiere carácter y firmeza, pero también empatía y sensibilidad”, expresó en entrevista. Añadió que proviene de un movimiento “con una sensibilidad muy alta”.
Nahle señaló que sabe que sus opositores no aprueban su estilo, pero aseguró que trabaja las 24 horas al día y que no se le ve “en grandes fiestas ni en grandes restaurantes”, algo que —dijo— practica desde hace una década.
