18 de octubre de 2025

Desastre en Poza Rica

Por Redacción

El gobierno de Rocío Nahle carece de mecanismos efectivos para la prevención y remediación de desastres naturales, situación que ha dejado a los veracruzanos afectados por las recientes inundaciones sin protección adecuada y pone en riesgo a futuros damnificados, de acuerdo con un análisis de Marco Antonio Aguirre Rodríguez en Místicos y Terrenales.

Reducción de presupuesto en Protección Civil

Durante 2025, la Secretaría de Protección Civil (SPC) sufrió una reducción presupuestal real de más de 3.5 millones de pesos en comparación con 2024.

  • 2024: gasto final de 98,815,404 pesos.
  • 2025: presupuesto inicial de 94,138,057 pesos, ajustado posteriormente a 95,154,057 pesos.

Esto significa que, pese a que el gasto total del Poder Ejecutivo creció, la SPC pasó del 0.10% al 0.09% del presupuesto total, mientras que la Oficina del Gobernador vio un incremento de 71 millones de pesos, gran parte destinados a remodelaciones del Palacio de Gobierno y la Casa Veracruz.

La Aseguradora Veracruzana no funciona

El 7 de mayo de 2025, Nahle creó la Aseguradora Veracruzana de Servicios Integrales (AVSI), un organismo público descentralizado con el objetivo de cubrir daños patrimoniales y financieros del gobierno del estado ante desastres naturales.
Sin embargo, la AVSI no protege a la población afectada, y además, no está operativa.

Fallas administrativas

El decreto de creación de la AVSI establece que el titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) debía realizar los trámites necesarios para que la aseguradora funcionara y expedir su Estatuto Orgánico en 90 días.

A la fecha, la AVSI no figura en el registro de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, por lo que no puede operar legalmente. La responsabilidad recae en Miguel Santiago Reyes Hernández, titular de Sefiplan, por no cumplir con las gestiones requeridas.

Esta combinación de reducción presupuestal en Protección Civil y la falla de la aseguradora estatal evidencia una falta de planeación y previsión en el gobierno de Nahle, dejando a los veracruzanos sin mecanismos efectivos de atención ante fenómenos naturales y haciendo que los errores administrativos se paguen directamente en sufrimiento humano.

“Por mientras, los errores y omisiones de los que se creen los grandes místicos del gobierno de Veracruz, los pagan los terrenales”, concluye el análisis.