Lunes, 20 de May de 2024


Habitantes de Arbolillo Veracruz los vecinos de la muerte

Sábado, 08 Septiembre 2018
  • Por:  Los Editores



 En Arbolillo, Alvarado, los zopilotes vuelan libremente; desde la casa de Ceferino se logran observar claramente cuando revolotean las fosas clandestinas en las que la Fiscalía General del Estado trabajan desde hace 30 días.

A él y su familia solo les queda permitir la libre circulación entre sus patios y terrenos aledaños de los hombres armados con largos fusiles pertenecientes a la Policía Ministerial y de los Peritos Forenses.

Mientras, como todos sus vecinos, se dedica a la pesca y a otros trabajos mal pagados que le permiten ir sobreviviendo, sin embargo ahora el miedo es una constante que se suma a las preocupaciones por las carencias económicas.

“Pues mire, da temor, si da temor, porque esto va avanzando muy duro, hay que tener un poco de temor, la verdad no sabemos”, señala.

Cuenta que algunos años atrás vivía en otra comunidad de Alvarado, sin embargo luego de ser víctima junto con su esposa de dos robos, prefirió huir y refugiarse en Arbolillo, en una pequeña casa de madera junto al río.

Sin embargo, el huir de la inseguridad lo llevó a vivir a unos cuantos metros de uno de los cementerios clandestinos más grandes del estado de Veracruz, de donde las autoridades han sacado más de 100 cuerpos a lo largo de año y medio.

Ceferino dice desconocer como es que la delincuencia organizada operaba en el lugar, asegura no haber visto nada nunca, sin embargo si escuchaba algunos rumores que advertida de tener cuidado.

Otros habitantes de la zona, bajo anonimato, cuentan que anteriormente llegaban algunas lanchas con carga desconocida que era cubierta por grandes lonas, hoy suponen podrían haber tratado de las víctimas que fueron encontradas enterradas.

También aseguran que desde la ocasión del primer hallazgo, en marzo del 2017, el ambiente en la comunidad cambió, la gente dejó de salir por las noches y ahora prefieren guarecerse en sus casas cuando empieza a oscurecer.

Esa es la forma de vivir de los vecinos de la muerte.

 

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