Heriberto Rosete Martínez, dirigente del Sindicato Nacional Libre de Médicos dijo que por el cierre de las unidades médicas urbanas IMSS, en la incertidumbre han quedado cientos de familias, al igual que personal de salud.
Indicó que antes del cierre de estas clínicas, el servicio ya estaba comprometido por la falta de insumos y medicamentos.
No obstante, señaló que ahora se ven en riesgo miles de personas, entre hipertensos, embarazadas, niños y otras personas que acudían a un seguimiento de sus enfermedades y seguimientos de salud.
Mencionó que en promedio, son 300 plazas en la Delegación Veracruz Sur las que están en incertidumbre, pues se desconoce cuál será el futuro dentro del IMSS.
“En la Clínica 1 funcionaba una unidad médica urbana, ya se cerró, lo mismo en Río Blanco, Nogales, Mendoza, todas ya se cerraron, a partir de este primero de julio nos vamos a poner a analizar ese tema para ver qué es lo que se va a hacer, porque antes la gente y los mismos médicos nos quejábamos de que no había medicinas, ahora no hay medicinas ni médicos”.
Dijo que si no se contrata este personal, además de la afectación para ellos y sus familias son miles más los que se van a ver afectados, porque no habrá quien los atienda y dar seguimiento, si ellos son los que cuentan con todos los padrones y la información de las vacunas y padecimientos.