Este sábado un infante de unos cinco días de nacido fue abandonado en una banca al interior de la catedral de San Miguel Arcángel.
Los feligreses que llegaron al lugar se percataron que en una de las bancas había un infante envuelto en su cobija, pero no había nadie con él.
De inmediato se dio aviso de este hecho a Protección Civil de Orizaba, cuyos elementos arribaron alrededor de las 16:30 horas procediendo a revisar al menor, a quien encontraron en buen estado de salud.
El infante varón, quien vestía pantalón y chambrita blancas estaba envuelto en una frazada; al revisarlo los paramédicos se percataron que aún tenía parte de su cordón umbilical y la planta de su pie estaba entintada al haberle tomado su huella, como se hace en los hospitales tras el nacimiento.
Elementos de Protección Civil se comunicaron con el DIF de Orizaba, por lo que acudió a la iglesia la trabajadora social Aurora Martínez Sánchez para hacerse cargo del bebé y trasladarlo a albergue La Esperanza.