Miércoles, 1 de May de 2024


Columna: Columna Invitada

“En este pueblo no hay ladrones”

Jueves, 13 Agosto 2020
  • Por:  alejandro hernández lópez/Arte y Mester

Un día no únicamente habían desaparecido las bolas de billar,

nos habían robado  PEMEX,

y es que en México nadie se roba lo suyo.

Ante diversos actos de enorme procacidad, traiciones, arrebatos, lavado de dinero, muertes, enriquecimiento ilícito y otro tipo de improperios/delitos/chinganderas  –por razones del destino– siempre los autores/delincuentes quedan libres y alguien se hace presidente, gobernador, senador o diputado, etc, etc; entonces, nuevamente el ciclo comienza como en un mundo fantástico donde todo es posible para cumplir el ciclo sinfín, donde todo es de mentiritas.

Por ello, siempre me he preguntado –pensando en lo fantástico– hasta el día de hoy: ¿Dónde habrán quedado realmente las ligas, esas liguitas del señor “B”?

También me acordé del señor “I”, del otro señor “R”, de la señora “R”, y de un chingo que cubren el alfabeto completo. Qué el señor “D” fue quien filtró los videos de aquellos años, aquella vez que se escandalizó. (Ese fiasco de cuando un payaso nos mostró un juego entre payasos con el pueblo de espectador…).      

Se acuerdan de ese verdadero montaje elaborado con la bendición del presidente a cargo, por parte de políticos mafiosos, tramposos y rateros. Completamente programado para pegarle  en la madre a la candidatura de un político de izquierda que no se vendía.

Un montaje obedecido e implementado por el amante de la señora “R” que dejaba en claro una ignominia, una vileza, una infamia: su traición.

Tiempo después sería detenida por no haberse dado cuenta como millones de pesos para programas sociales terminaron a manos de empresas fantasmas…

La historia dice que el señor “B” fue judicialmente exonerado, LA PGR LE PIDIDO DISCULPAS porque al final esos dineros no nada más no provenían de operaciones ilícitas, sino que tampoco fueron utilizados para financiar nada que no fuera legal. (Toma chango tu banana, igual que al señor “R”, al señor “B” le pidieron disculpas y al otro hasta le devolvieron su dinero, ¡mocos!)

Con el señor “B” hablamos de 3.8 mdp que a través de un show montado con un viejo portafolios y unas liguitas nos mostraron que lo bueno fue que el dinero no era del erario, ni del crimen organizado, ni de la venta de drogas, ni de lavado, ni del secuestro, nomás fue extraño porque venía sin transferencias ni triangulaciones multimillonarias incluso internacionales a pesar de que  todo se maneja con plásticos y sin identificación. Recuerden amigos, que fue un donativo generoso de empresarios interesados…

Por eso, cualquier realidad –amigos lectores– será pura coincidencia de una triste semejanza.

HOY LOS TIEMPOS HAN CAMBIADO.

EPÍLOGO:

El médico ya sabe, te va a declarar enfermo. No vas a tener ningún problema. Te vamos a cuidar bien, nos conviene a todos. Acuérdate: en la cárcel y en el hospital se conoce a los amigos.

El señor “L” sonrío en sus adentros y fingiendo en el rostro  un gran pesar y un profundo malestar se retiró tibio a sus aposentos.

No tendrás que pisar la cárcel, ni siquiera para firmar el auto de formal libertad, serás el apóstol del criterio de oportunidad.

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13082020

 

 

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