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Ahora sabemos de Miguel.
Y Miguel sabe cómo funcionan las cosas aquí, pero a él como a nosotros nos resulta difícil probar lo dicho: “Por una idiotez de nuestras autoridades que quieren llevarse un dinero a la bolsa, compran materiales de mala calidad y ahí están las consecuencias”...
Y le responde el presidente: “Es perverso pensar que por austeridad es la causa del desplome de vagones”.
¿Quién le responde al presidente?..
En tanto el presidente entonado repite lo que para nosotros siempre es únicamente un sonsonete, una cantaleta: “Habrá justicia y se castigará a los culpables”.
“Se hundió, se vino El Metro hacia abajo en dos”.
Dos vagones, unos metros de desastre ocurrido en unos instantes en el tiempo y tantas historias tejidas en los linderos de esta tragedia donde el presidente pide “no sacar raja”…
Verbalmente Marcelo se pone al frente como si hubiera sido un ataque y este fuera perpetrado fuera contra él. Hay tensión, no es fácil. Ahora a ellos les resultará difícil probar lo que impera en el colectivo, lo que para nosotros son los funcionarios públicos de alto nivel y jerarquía: defraudadores de este país. Como eliminar esa idea de que siempre nos quieren chingar.
Los escombros nuevamente despiertan la solidaridad.
Y como siempre después de los accidentes, ya nada es igual.
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Al asomarse a los hechos damos cuenta que todo fue real aunque haya ocurrido como existen las cosas fantásticas…
Fue apoteósico, frenético, delirante. Indiscutiblemente el pueblo se volcó por ella, así nomás de rápido de un día para otro.
Todo fue como ocurren las cosas en el mundo donde todo es posible.
Fue inimaginable, sin precedente señores, arrasador.
Un enorme vuelco del pueblo que la quiere mucho, que sabe que es una mujer limpia.
Por eso -el mismo pueblo- estaba pendiente porque si no era su “sagrado padre”, Ella sería la elegida, Ella será quien guiará los destinos.
Nadie como Ella y el pueblo lo ha escrito en letras claras.
El pueblo lo ha ordenado, la ha elegido a Ella y sólo a Ella.
Fuentes muy cercanas comentaron que era tanta y tan grande la emoción de Ella que para su perentorio registro como GOBERNDORA DE GUERRERO quería que cantara Paquita la del Barrio, pero como “ya es de otro partido, pues, ya no se pudo”…
P.d. Mientras Ella llega -el diablo anda suelto- en los caminos serranos, en los caminos del sur, sin maestros, sin asistencia médica, sin red de telefonía, con violencia extorsiva y niños que sostienen en sus manos los cuernos de chivo, chivos que no balan pero matan.
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XALAPA-ENRÍQUEZ. Está chido que hable de su esfuerzo y de ser empresario de baratijas importadas, pero ya luego de algunos años en la política no puede seguir hablando como si él no lo fuera. Claro que lo es, a otro perro con ese hueso, ¡ya chole! dijera el presidente amigo/carnal/compadre de Macedonio. Ya no nos puede vender esa imagen de “los políticos son ellos”. Ya es hora de que se asuma, por respeto a Xalapa, que ya no se niegue el político quien nuevamente, años después, viene a pedirnos el voto para repetir el cargo de presidente municipal y sigue en lo mismo desde hace tantos años, por cierto, también ha sido diputado y ahora es senador…
Por otro lado, nosotros, mirando cómo se repite la película donde aparecen los mismos actores, en el mismo reparto, con la misma actuación de la misma trama… Ahora el estreno será el 6 de junio, no cobran pero debes llevar credencial de elector y hacer como si no hubiera pandemia, todo sea por el voto. Ahora la instrucción institucional es: “no te quedes en casa (sal a votar)”.
Amable Lector, ya que continúa leyendo estas greguerías. Le comentó lo que una vez un pasajero -mientras manejaba un taxi- me contó: “Es una pregunta pero es un chiste -aclaro- ¿si usted fuera un rico, un rico empresario y le pidieran que escogiera de entre sus hijos cuál quisiera que fuera Alcalde de la ciudad, a cuál de ellos escogería usted?”.
Pasaron unos instantes, nos quedamos en silencio. Mientras buscaba la respuesta miré que entre sus manos traía el Diario de Xalapa cuya cabeza del periódico anunciaba el triunfo de David Velasco a la alcaldía de Xalapa-Enríquez.
“¿No sabe cuál, no sabe a cuál mandaría?”, me inquirió.
Se carcajeo atrozmente, cruelmente, afinó la voz y me dijo:
“Pues al más pendejo, total no es dinero de sus empresas sino del pueblo”…
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