Jueves, 25 de abril de 2024


Columna: Columna Invitada

Cuitláhuac García, el ave que jamás se convirtió en cisne

Martes, 28 Junio 2022
  • Por:  Miguel Ángel Gómez Ruiz/Contrapunto

A mil 305 días de haber rendido protesta como gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez asegura haber dado resultados favorables a la población, sin embargo, al día de hoy martes, el día 1306 de su administración, el futuro no se ve muy halagador para el mandatario.

Tras haber sido derrotado por Miguel Ángel Yunes Linares en 2016, Cuitláhuac, ingeniero de profesión, catedrático universitario y uno de los alumnos consentidos de Andrés Manuel López Obrador, retomó fuerzas y volvió a competir en 2018, impulsado por el tabasqueño, para pelear la gubernatura.

El resultado fue distinto al de 2016. La popularidad de López Obrador hizo que en la elección de julio de 2018, se repusiera de los ocho puntos de ventaja que le llevaba Miguel Ángel Yunes Márquez y resultó triunfador. Pocos podían entenderlo, inclusive el propio Cuitláhuac, que apenas tenía una raquítica experiencia como político al contar con una curul en el Congreso federal de San Lázaro. De hecho, en esa legislatura, fue el diputado que más faltas tuvo y no presentó ninguna iniciativa.

Su paso por la legislatura fue irregular, gris, pues se pasaba el tiempo en cualquier lugar, al lado de Dorheny García Cayetano y ni siquiera hacía parada por su despacho en el Congreso federal.

Al rendir protesta el 1 de diciembre de 2018, Cuitláhuac García Jiménez aseguró que vendrían cosas positivas para Veracruz. Pocos podían creerlo. Tuvo apenas una modesta labor como catedrático, fue miembro del PRD y acostumbraba acudir a eventos para reventarlos como camorrero de aquél violento PRD. No sabía expresarse, se ofendía y encendía con preguntas incómodas y no parecía tener un plan de gobierno.

Incluso, miembros de Morena –bajo condición de anonimato- aseguran que el gabinete de Cuitláhuac ni siquiera fue armado por él. No se aceptaron sugerencias. Le pusieron a alguien que no sólo le vigila, sino que detrás de él no parece ser el fiel escudero, como es el caso del secretario de gobierno, Eric Cisneros, quien fue el que acomodó a sus empleadas y amigas en áreas clave: la Fiscalía General del Estado, la Fiscalía Anticorrupción, la escuela del Poder Judicial y hasta en el Instituto de Acceso a la Información.

En la Legislatura de Veracruz, más de la mitad de los diputados, incluidos del Partido del Trabajo y el Verde Ecologista, dan su voto a favor en la mayor parte de las iniciativas, pero no porque deseen seguir al mandatario, sino por mera conveniencia.

De hecho, muchas propuestas impulsadas por el gobierno del estado, fueron aprobadas y posteriormente revertidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), como el caso de la reducción de prerrogativas a los partidos políticas, asunto en el que ni el gobierno federal había intervenido.

Cuitláhuac García Jiménez no es elegante para vestir, desayuna en cualquier parte y no le gusta que le hablen de otros partidos políticos. Mucho menos de adversarios con mayor capacidad política y conocimientos, muy superiores a él.

No ha sido un mandatario institucional, pues ha aprendido de su maestro, Andrés Manuel, todo lo concerniente a rechazar a los adversarios e inclusive, no reprime su deseo de borrarlos del mapa electoral. Quiere controlarlo todo y aún eso le cuesta.

Ha asumido distintos cargos como gobernador. Un día se va a chapear terrenos, otro día se viste como un joven para disfrutar el Sabadaba y en otros, utiliza trajes o guayaberas para ir a eventos oficiales. Pareciera no tener personalidad, pero se resguarda bajo su etiqueta de gobernador.

Gran parte de sus amigos son muy cercanos desde que eran jóvenes. Por ejemplo, algunos parientes, como el caso de Eleazar Guerrero, con quien le une cierta familiaridad que le achacan a su abuela.

O bien, su cercanía con Aileth García Cayetano, que fue reprimida y bloqueada por Eric Cisneros para que se convirtiera en fiscal anticorrupción y al final, como premio, el mandatario la convirtió en magistrada. Además, ella es esposa de su compadre, Elio Hernández Gutiérrez, a quien algunos constructores veracruzanos no le ven nivel –siquiera- de jefe de área.

Y a pesar que él no eligió a Verónica Hernández Giaddans, cada que ocurre un hecho lamentable en Veracruz, como los feminicidios que tienen a Veracruz en el segundo lugar nacional en 2022, se convierte en fiscal, inclusive, violentando la presunción de inocencia de algunos detenidos.

Es más, aunque niega que en el estado haya presos políticos, Cuitláhuac García Jiménez no pudo evitar que quedara libre José Manuel del Río Virgen, a quien pretendieron inculpar como el asesino del entonces candidato a la alcaldía de Cazones, Remigio Tovar.

Peor aún, se frustró cuando se tuvo que eliminar el delito de Ultrajes a la autoridad, pues ello obligó al Poder Judicial a liberar a todos aquellos que fueron detenidos injustamente. Aún faltan muchos por salir, sin duda.

Y más, el mandatario tiene a Veracruz en un estado de indefensión. No cesan los feminicidios (37), tampoco los delitos de extorsión (miles), ni los secuestros (7) y aunque se presumen resultados, los delitos de alto impacto siguen adelante y el estado se encuentra entre los últimos lugares en buena aplicación de la seguridad y último en impartición de justicia.

No ha habido apoyo a empresarios. Si acaso, se ofrecen créditos de instituciones financieras de segundo piso pero que no resuelven la situación actual.

Se continúa desestimando al covid-19, cuya quinta ola está duplicando y triplicando casos en el país. Veracruz ya sufre afectaciones.

Al tratar de aplicar la misma política que su jefe el presidente, Cuitláhuac García comete errores graves y ello se verá en el próximo proceso electoral.

Apoya a Claudia Sheinbaum abiertamente. Aunque no es de su grupo, tendrá que aceptar a Rocío Nahle como candidata a sucederle y encima, tiene sus diferencias con Sergio Gutiérrez, un expanista que ahora está en Morena y que cada día gana simpatías entre empresarios y la misma población.

Aunque Cuitláhuac García cree que tiene todo el poder al controlar en apariencia a la Legislatura local y al Poder Judicial, las cosas se le podrían caer de las manos en segundos. De hecho, él debe reconocer que no todos sus colaboradores le hacen caso y peor aún, muchos de sus proyectos no han sido exitosos. No, no ha dado resultados.

¡Quédate en casa!

Miguel Ángel Gómez Ruiz/RCK Noticias/Xalapa, Ver.  

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