La noche del pasado sábado, simpatizantes del Cartel del Golfo (CDG) montaron en una plaza pública de Las Cumbres, en Reynosa un altar de muertos en honor a líderes de la organización delictiva, quienes fueron asesinados en los últimos años.
Además también tiene una calle con el nombre de un famoso narcotraficante originario de Tamaulipas.
La noche del sábado se pudo observar en el Kiosco de la plaza pública de Las Cumbres un altar con fotografías de conocidos capos del Cartel del Golfo, en primer lugar: Samuel Flores Borrego, Metro 3, quien fue asesinado junto con un policía el 2 de septiembre del 2011.
El jefe de escoltas del Metro 3, un ex militar actualmente preso en el Cedes de Reynosa, contó a Apro que Eduardo Costilla, El Coss, ordenó matar a Flores Borrego “por celos”, pues, lo consideró un rival que le disputaba el liderato del CDG.
Otros de los líderes que aparecen en el altar son: Juan Manuel Loaiza Salinas alias El Comandante Toro y su sobrino Humberto Loaiza Méndez, Comandante Betito, el primero fallecido en el año 2017 y su sobrino el año siguiente.
El altar está adornado con las tradicionales flores de cempasúchil y con ofrendas en honor a los muertos como frutas, cervezas y los panes dedicados a los difuntos.
Samuel Flores Borrego es considerado por los integrantes del CDG como el mejor líder de esa organización y después de su asesinato se colocó en el Boulevard Hidalgo, la principal avenida de la ciudad, un nicho con un enorme gallo en su honor, el cual fue removido por las autoridades, pero luego a apreció en otro lugar.
Además, en la tumba del Metro 3 se edificó una estatua de su figura de unos 60 centímetros de alto.
Reynosa también se distingue porque tiene una calle dedicada a Juan N. Guerra, el fundador del Cartel del Golfo.
La calle fue inaugurada por el exgobernador Egidio Torre Cantú en junio del 2015 en la colonia Reserva Territorial y en su discurso el mandatario presentó a capo del CDG como un destacado empresario de Tamaulipas.
Juan N. Guerra fundó la organización criminal en la década de los años treinta y se dedicaba principalmente al contrabando de mercancías de Estados Unidos hacia México, pero para los años sesenta incluyó el tráfico de drogas.
(Con información de Proceso)
