De acuerdo a una publicación de Carlos Loret de Mola en El Universal, se da a conocer que el hijo del senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia “Napito”, en sus redes sociales presume la propiedad de 31 vehículos, algunos de carrera y alto rendimiento cuyo precio de venta de los dos millones de pesos cada uno, esto en información del reportaje “Emperador Napoleón”, de Arelí Quintero y Miguel Castillo Chávez.
El listado incluye automóviles y camionetas Audi, Mercedes Benz clase E, Land Rover, Mustang, BMW, Porsche, Mitsubishi Lancer Evolution X y Nissan GT-R. Incluso creó un canal de YouTube para mostrar sus “juguetes”. Napoleón Gómez Casso, “Polo” para sus amigos, ha exhibido tener también siete motocicletas (entre ellas una Ducati y otra BMW), dos cuatrimotos y seis bicicletas de alta gama.
El registro de su participación en foros de aficionados y coleccionistas de automóviles, en los que relata cómo va vendiendo y comprando vehículos, comenta sus experiencias al volante, y se queja de los estrictos límites de velocidad en Canadá donde con su padre después de queja de los estrictos límites de velocidad en Canadá, donde vivió con su padre después de que hace más de una década el hoy senador Gómez Urrutia huyó de México, acusado por trabajadores mineros de robarse 55 millones de dólares del sindicato que encabezaba, asunto del que fue exonerado años más tarde.
En sus redes sociales, un usuario le preguntó irónicamente al hijo del senador si era contrabandista de droga o tratante de personas.
Cabe indicar que el hijo de Napoleón Gómez Urrutia se presenta como empresario, inversionista, y tan pronto su padre entró al Senado en la elección de julio de 2018, creó dos empresas dedicadas justo a las actividades que regulan las dos comisiones del Senado que su papá integra: Minería y Energía.
Dicha investigación documenta el camino seguido por el tercer Napoleón de la dinastía, sus lujos y caprichos, y la constitución de las empresas que amplían el poder familiar, así como las propiedades inmobiliarias del clan en México y Canadá, con valor superior a los 150 millones de pesos.
Napoleón Gómez Urrutia no es un senador más, tras años de autoexilio en Canadá, fue el presidente López Obrador quien lo rescató, lo llamó perseguido político y lo hizo senador. “Napito”, como se le conoce porque heredó el sindicato minero de su padre Napoléon Gómez Sada, es considerado como la punta de lanza del lopezobradorismo para controlar la vida sindical del país.
(Con información de El Universal)
