Zury Ríos, hija del dictador Efraín Ríos Montt, respondió al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por querer indultar al ex guerrillero guatemalteco César Montes.
En una serie de mensajes publicados en redes sociales, la también candidata conservadora a la Presidencia de Guatemala, ha rechazado la propuesta de López Obrador, quien además ha ofrecido que Montes sea trasladado a territorio mexicano.
“César Montes es un guerrillero, terrorista y asesino convicto, que ejecutó vilmente a tres de nuestros valientes soldados. Su intervención buscando clemencia para este criminal es un insulto para los guatemaltecos que anhelamos la paz”, ha dicho Ríos en un video. “En Guatemala decidimos los guatemaltecos y nadie más”, le ha espetado la política al mandatario mexicano. Hasta ahora el Gobierno guatemalteco no se ha pronunciado sobre la oferta de López Obrador.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el lunes señaló de que está “viendo la posibilidad” de que el Gobierno de Guatemala indulte al exguerrillero Montes, de 83 años, y que se permita su traslado a México. Montes fue capturado por la Interpol en octubre de 2020 en territorio mexicano y extraditado al país centroamericano, donde fue condenado a 175 años de cárcel por el asesinato de tres soldados en una comunidad indígena en 2019.
“Es una persona, un dirigente que está acusado de algunos delitos, está preso, ya es una persona mayor y sí se está buscando con Guatemala, ver la posibilidad de que se le indulte y que se venga a México, que se le dé asilo en nuestro país, ya lo estamos viendo”, indicó el mandatario.
Zury Ríos dijo en otro mensaje en las redes sociales que la decisión del presidente mexicano es “intervencionista” y rechazó la propuesta de trasladar a Montes.
“Su petición de liberar a un asesino condenado por matar militares, es intervencionista e incongruente. En nuestro gobierno no habrá abrazos para los delincuentes ni permitiremos la intervención de defensores de asesinos. En Guatemala, decidimos los guatemaltecos”.
Los hechos que se le imputan a Montes, cuyo nombre real es Julio César Macías López, ocurrieron el 3 de septiembre de 2019 en un municipio del Caribe de Guatemala, El Estor, donde un grupo de nueve soldados hacía labores de búsqueda de pistas de aterrizaje clandestinas, dado que la zona es considerada un importante paso para el traslado de drogas por parte de agrupaciones del crimen organizado. Según el relato oficial hecho público por la Fiscalía, la patrulla fue detenida y atacada por pobladores de la zona bajo órdenes de Montes, por lo que el exguerrillero se convirtió en el hombre más buscado del país por las autoridades guatemaltecas. Montes había huido a México y fue capturado por la Interpol en el Estado de Guerrero el 10 de octubre de 2020 y extraditado a Guatemala, donde fue sometido al juicio que terminó en su condena a 175 años. Durante el proceso, el exguerrillero se declaró inocente y dijo: “Si yo hubiera estado ahí, ninguno de los nueve soldados sale vivo. Me los hubiera comido fritos, en ayunas. No fui yo, no tuve nada que ver”.
Zury Ríos es la candidata presidencial por la conservadora coalición Valor Unionista y cuenta con el apoyo de empresarios conservadores y exmilitares. A principios de año lideraba las encuestas, pero mientras más se acerca la fecha de la elección, programada para el 28 de junio, la candidatura de Ríos ha ido perdiendo fuerza. Una encuesta publicada por el periódico Prensa Libre muestra que las preferencias del electorado a un mes de los comicios las encabeza el candidato del partido Prosperidad Ciudadana, Carlos Pineda, con el 23% de los votos, mientras que Ríos ha descendido hasta el cuarto lugar, con el 9,2% de la intención de votos.
La candidata se vende en redes como una mujer “valiente” y con “experiencia” para ocupar la presidencia.
Recorre todas las semanas las regiones del país en busca de votos, aunque a muchos guatemaltecos, principalmente a los habitantes de las regiones indígenas, su candidatura está ligada al pasado sangriento de su padre, el dictador Ríos Montt, bajo cuyo liderazgo ordenó devastar pueblos enteros tras acusar a sus habitantes, mayormente indígenas, de apoyar a los guerrilleros que luchaban contra el Ejército guatemalteco durante la sangrienta guerra civil. Se estima que más de 10.000 personas fueron asesinadas durante la presidencia del general, quien fue derrocado por un golpe de Estado 17 meses después de asumir su mandato.