Difunden en redes sociales, videos en donde la candidata al gobierno de México por Morena, Claudia Sheinbaum, durante su segundo día de gira proselitista en Chiapas, encontró a su paso en la ruta carretera que comunica la ciudad de Comitán a Tapachula, con tres retenes de personas encapuchadas que, presuntamente, pertenecen al Cártel de Sinaloa (CDS).
Los retenes, ubicados en los tramos carreteros de Huixtla, Huehuetán y Mazapa de Madero, se encontraban personas encapuchadas que abrieron paso a la comitiva que viajaba en autos en los que también circulaba el candidato de Morena al gobierno de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar.
En uno de ellos, ubicado en la entrada al municipio Mazapa de Madero, los encapuchados portaban armas de grueso calibre, pero cuando pasaron los candidatos las hicieron a un lado, de acuerdo a testimonios de habitantes de estos municipios.
Pobladores también reportaron que los supuestos integrantes del CDS se encontraban a la orilla de la carretera, abriendo el paso y coordinando a la población para que saludara el paso de la comitiva.
“El retén de Mazapa lo tienen el CDS, es permanente desde hace meses, ahí vigilan quién entra y quién sale de la zona, ahí nos revisan los celulares, nos revisan los coches, revisan todo lo que pasamos en nuestras bolsas, en las mochilas. Ahí nos ordenaron que nos pusiéramos desde temprano por la mañana”, afirmó una persona que estuvo en el lugar.
Los pobladores grabaron videos del momento en el que pasa la comitiva de campaña a bordo de autos, y en los que se puede observar a los encapuchados que van abriendo el paso.
“Estaban armados, siempre están armados, pero ahí cuando pasó la caravana escondieron las armas, solo se seguían comunicado por radio. Nosotros teníamos que estar presentes, si nos negamos hay consecuencias”.
Este evento es preocupante y muestra la complejidad de la situación de seguridad en algunas regiones de México, donde grupos del crimen organizado tienen presencia y ejercen control sobre ciertas áreas.
La presencia de estos retenes controlados por personas encapuchadas y presuntamente vinculadas al Cártel de Sinaloa plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de los ciudadanos y el proceso electoral en curso.
Es alarmante que estos grupos estén ejerciendo influencia directa en eventos políticos, como la gira proselitista de los candidatos de Morena en Chiapas.
La aparente cooperación de los pobladores locales con los retenes indica una situación de coerción y miedo, donde la población se ve obligada a cumplir con las demandas de estos grupos delictivos.
Es fundamental que las autoridades competentes investiguen a fondo estos eventos y tomen medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y la integridad del proceso electoral.
Además, es necesario abordar las causas subyacentes de la presencia y el control de los carteles en estas áreas, lo que incluye mejorar las condiciones socioeconómicas y fortalecer las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley.