Los incendios forestales en Guerrero están causando estragos significativos tanto en el medio ambiente como en la salud y la vida cotidiana de las personas.
La negligencia inicial en el manejo de estos incendios ha exacerbado la situación, llevando a la devastación de miles de hectáreas de bosques, flora y fauna, así como a problemas de salud para la población local en 22 municipios.
La activista Ángela Memije Alarcón ha expresado su preocupación y frustración por la falta de acción temprana por parte de las autoridades, señalando que la situación se ha convertido en un "ecocidio".
Su llamado a la intervención urgente de las autoridades federales, incluyendo el uso de helicópteros equipados, resalta la gravedad del problema.
Las causas de los incendios son diversas, desde prácticas agrícolas irresponsables hasta acciones violentas como los ataques con drones cargados de bombas molotov.
La falta de recursos y herramientas adecuadas para combatir los incendios agrava aún más la situación, dejando a cientos de personas, incluidos ejidatarios y voluntarios, luchando con los escasos medios disponibles.
Además del impacto ambiental, el humo resultante está afectando la salud de la población, causando irritación en los ojos y dificultades respiratorias tanto en áreas rurales como urbanas.
En resumen, la situación de los incendios forestales en Guerrero es grave y requiere una respuesta urgente y coordinada por parte de las autoridades a nivel estatal y federal para contener el daño y proteger a las comunidades afectadas.