No tan sólo Cuitláhuac García Jiménez, se encuentra enojado, incómodo y sumamente preocupado por la carrera donde la meta es el 2024. La secretaria de Energía, Rocío Nahle García, a la cuál el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, la “placeó” con la idea de mostrar el puño de sus “preferencias” y la triste realidad actual, para ella y sus ambiciones políticas, son otras.
En lo general, podemos asegurar que el estado de Veracruz se ha convertido en la joya de la corona para palacio federal. Pero el presidente de la República está consciente (aunque intente públicamente enviar un mensaje diferente) que Cuitláhuac García Jiménez no fue la mejor oferta política para su proyecto político. Al contrario, su estadía en el poder lo ha perjudicado. Este sujeto un día si y el otro también ha demostrado su incapacidad para gobernar, que ha utilizado su paso en el gobierno para acomodar a toda su familia, a sus amantes, corruptos de otros partidos políticos que operaron en diferentes municipios para embarazar urnas en las elecciones en donde salió beneficiado con la gubernatura y chamacos ignorantes; todos instalados en puestos relevantes en su gabinete.
El día de ayer, Cuitláhuac García Jiménez, evidenció que Sergio Gutiérrez Luna lo tiene sumamente preocupado. Muchos piensan que “cayó” redondo ante el cuestionamiento de los periodistas en su rueda de prensa. Siento informar, que la prensa que asiste a sus convocatorias, está sumamente controlada y que nada de lo que se pregunte ahí, está fuera del sketch palomeado por el titular de Comunicación Social de palacio de hierro estatal. Hasta puedo jurar que fue el mismo García Jiménez quién ordenó que “alguien” de los reporteros preguntara si conocía al diputado federal plurinominal, que hoy funge como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de la LXIV Legislatura Sergio Gutiérrez Luna. Quería exhibirlo, argumentar y además reiterar que dicho legislador jamás había movido un dedo por la “lucha” en la que él estuvo. Cuando tomaba carreteras, cuando paralizaba el estado y hasta cuando lo desalojaron con la fuerza pública por andar de mitotero. El caso que el tiro le salió por la culata.
Cuando el ahora flamante gobernador del estado, Cuitláhuac García Jiménez era un disidente asalariado “aspiracionista” a la política. Época en la que no andaba sólo, sino que acompañaba a un grupo de personas realmente líderes y él, un simple seguidor común y corriente, al que le daban órdenes y él, fielmente obedecía. Nunca se ha distinguido –ni actualmente ha podido pese a ser gobernador- por ser un líder nato. Un hombre gris como él, sin capacidades, jamás puede aspirar que alguien realmente lo siga.
Ayer la promoción y publicidad creció inmensurablemente y si alguien aun no tenía en el visor al legislador, gracias a Cuitláhuac hoy ya todo el estado conoce el nombre completo de Gutiérrez Luna.
Morena en el estado de Veracruz se encuentra dividido en cuatro grupos. El grupo que encabeza Cuitláhuac, en donde pretende convertir en gobernador a su estríper favorito y hoy secretario de Educación, el grupo más débil de la cuarteta que existe.
El grupo conformado por Eric Cisneros Burgos, actual secretario de Gobierno, quien es el más peligroso de todos porque es quién tiene a raya y sometido al actual gobernador y decide los principales nombramientos del gabinete incluidos los organismos autónomos como son la Fiscalía General del Estado (donde incrustó a su asistente y prima de una operadora de la delincuencia organizada); la Comisión de Búsqueda, en donde incrustó a su banquetera personal; la Comisión Estatal de Derechos Humanos en donde ratifica a la presidenta, logrando con ello, las quejas en su contra sean balas de salva y jamás llame a comparecer en el Congreso del Estado a los funcionarios señalados de violadores de los derechos humanos, pese a las innumerables recomendaciones que emite; la Comisión Ejecutiva Estatal de Víctimas, en donde su intentona por incrustar a otra de sus preferidas asistentes y al no lograrlo, obliga al actual comisionado a insertarla dentro de la Comisión como segunda al mando.
El grupo del “súper” delegado de la Secretaría de Bienestar, Manuel Rafael Huerta Ladrón de Guevara, quién es el que manipula y maneja los programas sociales para beneficio personal y que seguramente será un “aspiracionista” próximo para ocupar la silla que tiene incrustada en el cuerpo Cuitláhuac García Jiménez. Un tipo que intenta manejarse de bajísimo perfil, pero que en su momento si lo pretende y encuentra la venia del presidente, intentará con agrado sumarse a alzar la mano para ser el próximo gobernador. La desventaja (para él) y ventaja para el señor presidente, es que este sujeto, tiende a disciplinarse sin problema alguno.
El grupo de Rocío Nahle García, quien es el nombre que se maneja con más fuerza sobre la aspiración a lograr la candidatura a gobernadora de la entidad. Una mujer sumamente ambiciosa, corrupta y nefasta; pero que además, es capaz de cometer cualquier tipo de actos de corrupción sin reserva alguna y más si su máximo líder supremo, se lo ordena.
Cada uno, tiene un grupo de políticos (de todos los partidos políticos) respaldándolos. Por ello, a ninguno de los grupos, verán con agrado que un quinto grupo comandado por Sergio Gutiérrez Luna les venga a revolotear la plaza que ellos tenían “calientita”. Por ello, luego del exabrupto de García Jiménez el día de ayer, ni tardos ni perezosos, muchos salieron a desgarrarse las vestiduras opinando lo que ellos les parece “injusto”.
Ahora yo me pregunto, si a Cuitláhuac García, tanto le molesta que Gutiérrez Luna siendo diputado federal del estado de México y que siendo del municipio de Minatitlán esté reuniéndose con sectores como azucareros, empresarios, maestros del SNTE y hasta periodistas de la entidad, ¿Por qué no lo ha hecho él antes?.
Él está consciente que jamás se ha preocupado atender a los maestros, ni a los cañeros, ni a los empresarios, ni a los periodistas. Jamás se ha ocupado en atender y oír sus demandas, ni cuando fue diputado federal. Su enojo e incomodidad, es porque sabe que no podrá imponer al próximo candidato a la gubernatura. Que guarde como buen recuerdo su paso fortuito y su logro a dirigir el estado de Veracruz, porque será debut y despedida. Puede hasta caber la posibilidad (como lo hizo el PRI con Javier Duarte) que hasta sea el próximo inquilino y compañero de celda de Duarte de Ochoa.
Hablando como periodista, el señor gobernador jamás ha tenido la decencia de permitir que todos quienes ejercemos esta honrosa actividad, podamos tener la libertad de entrevistarlo sin el control excesivo que aplica. Sabemos que no se siente cómodo con la prensa, porque no se siente capaz de responder verdaderos cuestionamientos sin que sus ideas se atropellen unas con otras y sólo salgan de su boca opiniones incoherentes, absurdas, sin sentido y cantinflescas. Como si la ardillita de su cerebro, habría nacido muerta desde que tiene la oportunidad de formular palabras.
