Viernes, 10 de May de 2024
Mussio Cárdenas Arellano

Mussio Cárdenas Arellano

Atrapado en el mundo de las letras y la denuncia social, Mussio Cárdenas Arellano cuenta ya con un extenso kilometraje recorrido en el periodismo. Lejano parece ya aquel 1978 cuando en Coatzacoalcos, su tierra natal, escribió sus primeras notas. Transitó por la entrevista, el reportaje, la crónica, el artículo y la columna política. Fue corresponsal de la revista Proceso, Imevisión, IMER, Contralínea; fundador de las revistas Contacto e Informe Rojo; analista político en radio y televisión, y ganador del Premio México por columna política, en 2009, otorgado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de México (FAPERMEX). Su contacto con el periodismo viene de familia. Su padre, Mussio Cárdenas Cruz, y sus tíos Emilio, Francisco y Paulino, constituyen una dinastía de periodistas veracruzanos de reconocido prestigio. Actualmente escribe la columna Informe Rojo, que se publica en portales en internet y medios escritos con amplia aceptación entre la opinión pública.

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Nadie cae, así, 41 puntos, a menos que se llame Amado Cruz Malpica, padezca apatía crónica, lo rodeen rufianes y hasta la mamá de un narcomenudista, y haya convertido a Coatzacoalcos en el purgatorio político de Rocío Nahle.

Se desliza en un tobogán de yerros, desatinos y titubeos, Coatzacoalcos a merced del hampa, capital de la extorsión y la imagen de un pueblo sin servicios, con drenajes desbordados, el hedor repugnante, la ciudad que literalmente se le deshace entre los dedos.

Y Mitofsky, que es severa, lo retrata como es: Amado Cruz Malpica ocupó el lugar 73 entre los principales alcaldes de México y la medición de febrero lo ubica en el sitio 114.

Si eso lo sacude, peor es saber que tiene mejor percepción ciudadana Carmen Medel Palma, presidenta municipal de Minatitlán, de extracción morenista, con todo y sus 50 días en huelga por un conflicto laboral, por la soberbia de quien despide empleados sin razón legal, por la intransigencia para hallar acuerdos. Y aún así, está mejor rankeada que Amado.

Carmen Medel pasó del lugar 41 al 77. Es una caída de 36 puntos. Y no le inquieta. Sigue embroncada con el pueblo, con comerciantes y locatarios de mercados, con los que se ríen de sus proyectos, los que la escuchan desairar a los tribunales que decretaron que la huelga es legal, los que ven sus fotografías trucadas —fotoshopeadas, le dicen ahora— simulando que tiene el don de la ubicuidad y anda lo mismo en las obras públicas que flotando en el espacio sideral.

El peor escenario lo tiene Fernando “El Pulpo” Remes, alcalde de Poza Rica, también de Morena. Perdió 49 puntos. Del lugar 33 se desplomó al 82.

Pero Coatzacoalcos es Coatzacoalcos. O era. Y Amado Cruz Malpica se suponía que tenía el kilometraje para volver a los días de esplendor. O se suponía.

Heredó un Coatzacoalcos bajo el dominio de Atila. Los bárbaros —los capos y sus sicarios— no sólo traficaban droga, robaban combustible, hurtaban petroquímicos, desataban el terror, vía el secuestro y la extorsión. Hacían algo más osado. Convivían con el poder político y económico. Si no tomaban la copa, sostenían encuentros intramuros. Y en esos aquelarres corría de todo. Y al decir de todo, era todo.

Dueña de la circunstancia, cuando requirió pactar, Rocío Nahle se entendió con Marcelo Montiel. De ahí llegaron los votos priistas para ser diputada federal de Morena por Coatzacoalcos y de ahí logró llevar a la alcaldía a su mancebo, Víctor Manuel Carranza Rosaldo.

Y el pacto incluía la sumisión del engendro político de Rocío Nahle al priismo. Así han convivido los del PRIMOR desde 2017, succionando el erario de Coatzacoalcos y dejando que la delincuencia disfrute su paraíso de sangre y miedo.

Rebasado por el crimen organizado, sacudida la sociedad por tanta inseguridad, balazos sin abrazos, Carranza solía dar una respuesta infame: difundía videos en que se le veía bailar La Iguana.

Y mientras, las oleadas de sangre sacudían a la población, los negocios eran baleados, campeaban las amenazas, los sicarios departían en cafés y restaurantes, impunes y haciendo vida social.

Y de pronto un hecho bestial: el plagio y homicidio de la empresaria Susana “N”. Tembló la tierra. Se estrujaron los corazones. Lloraron los hombres de bien.

Impublicables, las fotografías dieron la dimensión de la brutalidad de la delincuencia, malnacidos con una crueldad animal.

Y así comenzó el éxodo de capitales.

Y Carranza Rosaldo continuaba bailando como un poseído.

Y Rocío Nahle, impávida, dejando que a su feudo político se lo llevara el diablo.

Y Pepe Peña, marido de la secretaria de Energía, el príncipe consorte, supervisando que los contratos cayeran, que Polo Suárez los operara desde la Secretaría de Obras Públicas, que Mario Pintos pagara desde la Tesorería y que Miguel Pintos, su hermano, cuidara la cuenta pública desde la Sindicatura. Para eso llegaron al poder.

Reto titánico el que habría de venir. Disolver las heces, tapar el drenaje, borrar las huellas del cochinero del clan Nahle, sólo se le podía encargar a un hombre probo, de alma limpia, pasado intachable, que no repita los enjuagues del anterior.

No lo hallaron. Terminaron escogiendo a Amado.

Tuvo la visión de lo que no debía repetirse y se tiró a dormir.

Apoltronado en su silla, viendo pasar el tiempo, relajado, Amado Cruz Malpica no tiene la lucidez para restañar las heridas de un Coatzacoalcos abandonado, olvidado por el PRI, por el PAN y por Morena.

Aquellos que emprendieron la huida, agobiados e impactados por la violencia, víctimas de la extorsión, el secuestro, la amenaza, los balazos sin abrazos, ni remotamente ven cómo Morena pueda abatir la violencia brutal.

Y Amado en la babia, en la torre de cristal, todo un Zeus desde el Olimpo escuchando el canto de las musas, sin advertir los fuegos y los llantos, las tragedias y la ira de un pueblo que cuando puede, sin que haya un subalterno que lo impida, le reclama y lo enfrenta, lo señala y lo insulta.

Y así la debacle en el feudo político de Rocío Nahle, donde el clamor crece porque un año y dos meses después, Coatzacoalcos está en su peor nivel. Y Amado, queriéndolo o no, la está reventando.

Por eso, Mitofsky lo retrata con la frialdad de los números. La percepción ciudadana revela una caída descomunal, del lugar 73 al 114 en el ranking de los principales alcaldes del país. 114 de 150 presidente municipales.

Pero la encuesta trae algo peor. La aprobación de Amado es de 39.4 por ciento; el rechazo, 54.7, y los que no saben qué opinar, 5.9 por ciento. Más de la mitad de los encuestados lo desaprueban.

En la esquina opuesta de esa medición se hallan Patricia Lobeira, de Veracruz, en el lugar 5 nacional; Juan Manuel de Unanue, sitio 6, ambos del Partido Acción Nacional, y Juan Manuel Diez, del PRI, en la posición 11.

Maquillar tal desastre requería una encuesta a modo. La de Demoscopía Digital le vino bien. Ubicó a Amado Cruz Malpica en el cuarto lugar entre 212 alcaldes veracruzanos.

La encuesta es tan creíble que el “Pulpo” Remes, de Poza Rica, es el mejor rankeado. Le siguen Ricardo Ahued, de Xalapa, y la panista Patricia Lobeira, de Veracruz. Nada que ver con la de Mitofsky.

Las vejigas en política son el último recurso cuando el naufragio es inminente. O cuando la realidad mata el discurso. O cuando una ciudad se cae a pedazos. O cuando el alcalde no termina de despertar.

Nadie se cae 41 peldaños así. A menos que se trate de Amado Cruz Malpica.

Archivo muerto

El modus operandi lo dice todo. A Alexis Sánchez García lo ejecutó el crimen organizado. Queda saber si fue por broncas propias o por los enredos non sanctos de su jefe, el llamado Carón, Juan Javier Gómez Cazarín, líder de la banda morenista que regentea el Congreso de Veracruz. Cosido a balazos, Alexis Sánchez dejó la vida en el interior de automóvil. Murió su hijo de tres años. Quedaron malheridas su esposa y otra dama. Y Tezonapa, donde acudía a la celebración de los 50 años de servicio de la refaccionaria Barranca Seca, negocio de su familia, se cimbró. Había militado en Movimiento Ciudadano. De ahí pasó al Partido de la Revolución Democrática y luego se acomodó en Morena aunque ahora lo niegue el gobernador, Cuitláhuac García.

Así saltaba Alexis, usando a los partidos políticos. Se acoderó en el regazo de Gómez Cazarín, siendo asesor, primero, y director de Servicios Legislativos del Congreso, más tarde, su beca pues en realidad operaba para El Carón. Y como todo lo que toca Gómez Cazarín lo pudre, el domingo 5, un comando lo asedió, persiguiéndolo de carro a carro.

Se impactó contra dos motocicletas, golpeó un vehículo, le dieron alcance y lo acribillaron. Y Gómez Cazarín ya no duerme. Y el desgobernador Cuitláhuac García Jiménez, apenas si habla. Tan parlanchín cuando se trata de enlodar a los enemigos, tan insidioso al criminalizar y revictimizar a los adversarios y a los inocentes, y ahora dice que la información se reserva. ¿Por qué Alexis Sánchez y no Gómez Cazarín o el mismo Cuitláhuac? ¿Por qué en Tezonapa donde los malosos de Oaxaca osaron operar en suelo veracruzano y el gober los encarceló, uno de ellos diputado local y el otro, su hijo? La lumbre comienza a llegar a la élite de Morena en Veracruz. Y cuando dejen el poder, los van a encontrar hasta en el fin del mundo. ¿Quién sigue?… Cruje el ayuntamiento de Coatza y va a crujir más. Se fue Uma Freya Cortés Román, directora de Comunicación Social, más por sus temas personales y la grilla de la recua amadista que por las tareas propias de su encargo.

Inexperta en esas lides, nunca entendió que el vocero es y será siempre el pararrayos del alcalde. Se enfrascó en dimes y diretes, pleitos estériles, regateo hasta por una invitación o un comentario. Fue vencida por la banda de los amigos-enemigos del presidente municipal, los que lo adulan y a la vez le ensartan el puñal en la espalda, los que ansían la vocería como si a estas alturas del desastre les sirvieran sus dos neuronas para recomponerle la imagen al alcalde Amado Cruz Malpica y que no termine siendo peor que su antecesor, Víctor Manuel Carranza Rosaldo… Se va de Obras Públicas, Onésimo Mendoza Flores. Su salida era inminente. Denunciado por la Sociedad Mexicana de Industriales Transformadores de la Construcción (SMITC) en el sur de Veracruz, por licitaciones amañadas, obras a cambio de sobornos, extorsión a constructores y nepotismo, el director de Obras en el ayuntamiento de Coatzacoalcos ya vivía horas extras ahí. Lo investigaba la Contraloría municipal y ante el cúmulo de pruebas, el próximo martes 15 emitiría una resolución lapidaria. Onésimo Mendoza Flores y su hijo Víctor Manuel Mendoza Villegas, a quien colocó como supervisor en la Subdirección de Construcción, tendrían que irse. Amado Cruz, que nunca tiene prisa —y si la tiene, la disimula—, esta vez aceleró la remoción.

Mejor que haya sido por decisión propia y no que tuviera que irse por corrupción y violación a la Ley Orgánica del Municipio Libre. El tema, sin embargo, no concluye con el cese de Onésimo Mendoza. La (SMITC) va por la cabeza del director general de Obras Públicas, Arturo Delgadillo Medina, cerebro —bueno, así se dice— de todos los cochupos habidos y por haber en el área de obras. Si la Contraloría lo encubre, su caso irá a la Fiscalía Anticorrupción… 

Filosa y tajante, la guillotina alcanzó a Noé García Joffre y Reyna Gordillo. Al secretario particular del alcalde Amado Cruz Malpica lo traía entre ceja y ceja por un tema personal. Pero García Joffre milita en la cuadra de Rocío Nahle y tendrá a su cargo la operación de la campaña a gobernadora, si es que Nahle logra llegar. Y a Reyna Gordillo, directora de Alumbrado Público, la cesó sin mediar, oficialmente, una razón. Amado desayunó gallo este miércoles 8 y asestó el puñetazo en el escritorio, como debió haberlo hecho en la Tesorería municipal donde los enjuagues van desde las adjudicaciones directas fuera de norma, contratación por honorarios de 40 mil pesos al mes y hasta el escándalo de la deuda pública del ayuntamiento que con Morena se disparó como si el espíritu de Javier Duarte habitara en la piel de Amado Cruz Malpica, o en la Secretaría del ayuntamiento donde el reyecito municipal, Samuel Ordaz Ortega, es más bluff que sustancia, donde las funcionarias funcionan pero como empleadas suyas y los narcos aguardan a que les facilite traer otro espectáculo de rodeo. O sea, una sacudida para que todo siga igual… Si de gastar —y derrochar— se trata, no hay como el ayuntamiento de Coatzacoalcos.

Al despacho Maldonado y Ramírez Servicios de Consultoría, vía su representante Imelda Eunice Ramírez Viveros, le asignó un contrato por casi 800 mil pesos por dictaminar si el gobierno del ex alcalde Víctor Manuel Carranza Rosaldo cumplió con los pagos al Instituto Mexicano del Seguro Social en 2021. El contrato CC-AD-009-2022, suscrito por el alcalde Amado Cruz Malpica y la síndico, Ana Bertha Hernández Aguilar, señala las obligaciones del despacho contable, cuyo dictaminador es Narciso Valencia Sánchez: aviso de dictamen para efectos del IMSS; formulación del dictamen en materia de seguridad social y sus anexos; opiniones emitidas por el contador público autorizado derivadas del dictamen, y presentación del dictamen en materia de seguridad social por parte del patrón, sujeto obligado o municipio. Y en cuatro meses Maldonado y Ramírez Servicios de Consultoría se llevó la nada despreciable cifra de 672 mil 413.80 pesos más IVA, algo así como 779 mil pesos. “Es una m.mada”, refiere un contador público consultado. “Es un trabajo que puede realizar el área contable del ayuntamiento”. El “servicio” se realizó entre el 30 de abril y 29 de julio de 2022. ¿Hubo tráfico de influencias? ¿Negocio para los “santos elegidos”? Por cierto, se pagó con recursos federales…

Otro tanto y Coatzacoalcos será La Habana veracruzana, maloliente, atrapada en el olvido, edificios derruidos, un monumento al escombro, el reducto donde fraternizan las ratas de drenaje, las ratas del bajo mundo y las ratas del poder.

Andan sucias las paredes, despintados los negocios, techos desplomados, la varilla revestida de óxido que emerge reventando el concreto, la mitad de los inmuebles del célebre malecón costero hechos una desgracia, invitando a los dueños del dinero a alejar la inversión.

Y no hay gobierno ni alcalde. No hay Amado Cruz Malpica ni grupos de poder que atenúen la caída, el desplome, el camino al precipicio. Nada que retenga los capitales en fuga, o que endulce a los que incentivan la empresa y generan empleo.

No hay voluntad ni idea. No hay imaginación porque la está apuesta en preservar los negocios del clan Nahle, los de la banda Fosado, los del gang Samuel, los enclaves de Marcelo Montiel y sus alfiles, y los de las otras pandillas, las bandas criminales que han impuesto su ley.

Del “emporio petroquímico de Latinoamérica” nada queda. Pasó a ser el “emporio de la extorsión”.

De la “ciudad para vivir siempre” devino en “ciudad para vivir nunca”.

Aquel malecón, orgullo de todos, motor económico, con el gentío atestando los antros o los jóvenes en las banquetas y en los camellones, en los cofres de los autos, la música a todo lo que da, y miles de turistas generando una derrama inmensa de dinero, dejó de existir.

Hoteles cerrados, locales en renta, negocios despintados, oxidados, a punto de venirse a tierra sin que alguien, siquiera por piedad, les dé un brochazo o conmine u obligue a sus dueños a enmendar la dejadez. El espectáculo es deplorable.

Y sus calles destrozadas, losas levantadas, el pavimento en fragmentos. Y los colonias del “emporio petroquímico de Latinoamérica” con calles de tierra, canales con heces a cielo abierto, alumbrado infame y el riesgo de terminar la vida con una daga en el vientre o un disparo en la sien.

Y el alcalde y su cabildo de mayoría morenista, y los ediles cómplices de la oposición, sin un gramo de inteligencia para revertir el caos. Amado y su corte en plena inacción.

En los días en que reinaba el PRI, Coatzacoalcos inició su debacle. Y llegó Morena, y llegó Víctor Carranza, y llegó Amado, y lo terminaron de hundir.

Hoy, se derrocha en un cantante de otros tiempos, Mijares. Se tira la casa por la ventana con una celebración por los 500 años de la fundación de la Villa del Espíritu Santo, que ocurrió en otro municipio, Ixhuatlán del Sureste, en la margen contraria del río Coatzacoalcos.

Habrá circo en Semana Santa. Santo y pecaminoso circo en los días de guardar. La Expo Feria-mercado que por tres años, por pandemia, no se pudo realizar, será la palanca para entretener.

Todo sirve como cortina de humo mientras el presupuesto se ejerce a medias o se deja de ejercer, Se reduce el monto. Se cancelan 100 millones de pesos destinados a sanear el basurero de Las Matas. Hubo tijera en obras públicas. Y el 29 de diciembre, dos días antes de concluir el año, el presupuesto se redujo de mil 542 millones de pesos a mil 455.

Hace agua el ayuntamiento de Coatzacoalcos. Un año y dos meses perdidos, sin obra pública decente, con una lucha intestina en la que el priismo en nómina se deleita jodiendo a Morena, y los petroleros de Nahle a los políticos, y una pandilla de Morena hostigando a otra pandilla de Morena, y la ciudad devastada, hundida por el olvido, la inmundicia, la basura, el hedor.

Y el acertijo es: ¿en qué cuenta fueron a parar los millones recortados? ¿O terminaron en la cuenta del Pejesapo de aguas hediondas, parafraseando a Jaime Bayly, vía los subejercicios, miles de millones en el bolsillo del zafado de palacio nacional?

Porque si la uña larga no es la de Amado Cruz Malpica, el alcalde que no se ve, ni se siente, ni parece que existiera, entonces los ladronazos son los beneficiarios de su gobierno, las ratas de dos patas que integran su corte de albañal, drenaje pues.

Porque el secretario del ayuntamiento, Samuel Ordaz Ortega, señalado de hacer trinquete y de transar hasta a los narcos, no habla, no replica, no gime, no puja, no se sabe defender.

Y qué decir de las obras chuecas del director general, Arturo Delgadillo Medina, y su director, Onésimo Mendoza Flores, acusados por la Sociedad Mexicana de Industriales Transformadores de la Construcción (SMITC) en el sur de Veracruz de pedir sobornos para asignar contratos, y de incurrir en un caso de nepotismo por tener contratado a Víctor Manuel Mendoza Villegas, hijo de Onésimo Mendoza, en una posición clave contraviniendo la Ley Orgánica del Municipio Libre.

Redondea la ecuación la tesorera Grace del Carmen Mendoza Chesty —Grace sin gracia— disparando contratos, vía asignación directa, pagando 2 millones de pesos por la elaboración del Plan Municipal de Desarrollo a un respetado economista, Rafael Vela, quien fuera subsecretario de Desarrollo Regional en el gobierno del panista Miguel Ángel Yunes Linares, enemigo jurado del presidente Andrés Manuel López Obrador. O sea, Morena enriqueciendo al yunismo azul.

Se hunde Amado y sus allegados le ayudan. Se trenzan en una cruenta batalla donde el priismo en nómina, el marcelismo que realizó la operación que llevó a Morena a ganar la alcaldía, el marcelismo y el joaquinismo, le arrebatan espacios al morenismo inexperto.

Como apunta el manual de los sótanos del poder, la golpiza debe venir de adentro. Y las redes destrozan a Amado, a su familia. Los de Nahle, los de Marcelo, los allegados al secretario del ayuntamiento, Samuel Ordaz, todos dinamizando la felpa, acusando incluso de fraude a Raziel, el hijo del alcalde, en contubernio con la ahijada incómoda, Maritza Mijares Díaz, directora de Turismo Cultural, con el logo de los 500 Años de la Villa del Espíritu Santo, la trama del diseñador fantasma.

Desde los sótanos de palacio, le atizan a ediles y funcionarios. Chuy Martínez, ex diputado local, suplente de Cruz Malpica en su última incursión en el Congreso, y Samuel Ordaz, señalados de orquestar la difusión de un video que le saca sus trapos a la vocera del alcalde, Uma Freya Cortés, que también se las trae.

Desde esas mazmorras políticas se urdió el ataque a los hijos del alcalde, tildándolos El Cártel de Amado, implicándolos en negocios con el erario, enriquecimiento y cosas peores. Es fuego amigo de alta intensidad.

Y no hay quien los frene. Es un motín a bordo. La tripulación del barco, los alfiles de Nahle y los de Marcelo, ven que no hay piloto y han iniciado el asalto. Y Amado, petrificado o apático, como es, no percibe que el naufragio ya comenzó.

Hay fuga de capitales, negocios cerrados. Hay mpresas que dejaron de operar, amedrentadas por bandas delincuenciales. Bombas molotov, fachadas baleadas, amenazas de muerte, ejecutados en colonias, cinco crímenes brutales en dos meses y días. Es Coatzacoalcos bajo el poder de Morena.

Hay reclamos airados y protestas ciudadanas, gritos e insultos contra el presidente municipal, y Amado Cruz pasmado, sin un equipo que hable, que ataje, que negocie, que dé respuesta.

Se suponía que 30 años después de ser diputado federal ya había aprendido la lección. Pero no.

Se empeña en que Coatzacoalcos sea La Habana veracruzana, sin economía, extraviado en el tiempo, edificios derruidos, paredes despintadas, el óxido como signo del abandono y la dejadez.

Un reducto donde fraternizan las ratas de drenaje, las ratas del bajo mundo y las ratas del poder.

Archivo muerto

Disipados los polvos del caso Tesla, Lobeira y Eusebia ya no volvieron a hablar. Han de estar evaluando la embarcada, la tomada de pelo, el salto al vacío, ofreciéndole a Tesla, a su dueño, Elon Musk, las perlas de la virgen y los frutos del paraíso. En Veracruz puerto, decía la alcaldesa Patricia Lobeira de Yunes Márquez, hay agua, experiencia, zona portuaria; en Coatzacoalcos, vociferaba Eusebia Cortés Pérez, su ilustrísima diputada local, hechura de Rocío Nahle, la matrona de Energía, también hay agua, la zona del Istmo de Tehuantepec, el puerto de Coatzacoalcos y a hora y media, el puerto de Salina Cruz, y la zona industrial.

Qué papelón. Ni el mismo Andrés Manuel López Obrador sabe que la fabricación de un auto eléctrico Tesla requiere sólo tres metros cúbicos de agua. Ese argumento fue una falacia del mesiánico de palacio. El factor agua lo usó para intentar tumbarle a Nuevo León y a su gobernador, Samuel García, la campanada de que la planta de Tesla se instalara ahí. O lo usó para extorsionar.

En Nuevo León, la industria sin termoeléctricas usa el 1.9 por ciento del agua total. Tesla, con una producción de 150 mil vehículos al año, como lo que genera en la planta de Austin, requiere el .01 por ciento del agua tratada. Si la meta es producir un millón de autos eléctricos anuales, el requerimiento es de 0.7 por ciento del total de agua de Nuevo León. Un dato adicional: el sector que mayor consumo de agua requiere en el estado regio. es el agrícola con el 30.27 por ciento. La industria no es el problema. Información del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco). Mientras, la alcaldesa de Veracruz, Paty Yunes, y la diputada por Coatzacoalcos, Cheva Cortés, ya hicieron el ridículo… 

Megacontrato a Grupo Raudales por 345 millones de pesos. Tiene a su cargo la construcción de la vía férrea de casi 40 kilómetros para acceder al nuevo puerto multipropósito de Pajaritos, de acuerdo con el portal BN Américas que sustenta su información en Compranet. Grupo Raudales va en asociación con Irving Campos González, tal como consta en el sitio electrónico Compranet. Tanto afanarse por ganar un contrato en el ayuntamiento de Coatzacoalcos, sin lograrlo, y a la compañía de Daniel Aguilar Avendaño, ex secretario de Obras Públicas en el ayuntamiento de Coatzacoalcos le fue mejor con el gobierno federal. Dejó los centavos y se llevó los millones… Guste o no, Martha Fernández es la priista más identificada con el proyecto de Pepe Yunes Zorrilla-Cirilo Vázquez Parissi de cara al 2024. No requiere veijgas para flotar. Pese a todo y a todos, sus detractores dentro del mismo PRI, mantiene una ayuda constante en sectores olvidados.

Opera en el proyecto para conformar bases de apoyo al ex alcalde de Cosoleacaque, Cirilo Vázquez Parissi, a quien por lo menos dos columnistas de la talla de Edgar Hernández, autor de Línea Caliente, y Arturo Reyes Isidoro, titular de Prosa Aprisa, dan por hecho que será el relevo de Marlon Ramírez Marín en la presidencia del PRI en Veracruz. Y de tiempo atrás Martha Fernández apostó por Pepe Yunes para que sea el candidato de la alianza opositora por la gubernatura de Veracruz en 2024.

Mientras, la empresaria construye puentes de diálogo con las fuerzas políticas al interior del PAN y PRD que se identifican con el diputado federal por el distrito de Coatepec, único priista veracruzano en San Lázaro, ex senador de la República, ex líder estatal tricolor, ex diputado local y ex alcalde de Perote, la tierra que lo vio nacer. En esa línea va Martha Fernández, una cara nueva en el PRI, a propósito de aquello del relevo generacional…  Caciquín en ciernes, Gersaín Hidalgo practica el esclavismo sindical. Un día le pide a los integrantes del Sindicato de Empleados al Servicio del Municipio de Coatzacoalcos ir a barrer calles y embellecer camellones.

Luego “invita” a su gremio a realizar “labor social” en las instalaciones de la Expo Feria. Usa la jerga de los caciques petroleros de antaño. Le llaman “labor social” al trabajo forzado, en día de descanso, sin obligación legal. Lo categoriza como “voluntario” cuando los empleados del SUEM saben las consecuencias de ir contra el capricho del amo sindical. Así actuaban los caciques petroleros y terminaron mal, granjeándose en repudio, la ira, el rencor de los suyos. Cuando cayeron —algunos en prisión— todo fue felicidad…

No es el reclamo, ni el discurso, ni ser llamado dictador, demagogo, artífice de la destrucción del INE. Lo que a Andrés Manuel lo desquicia es la mancha humana, la movilización, y saber que no hay insulto ni descalificación que los pueda parar.

Lo obsesionan los de a pie. Los que hacen camino al andar. Y aquellos que toman las calles —sus calles, según él—, lanzan arengas, saltando de la defensa del INE a la batalla por la democracia, y que no son mil ni 10 mil, ni 100 mil sino medio millón, entre el zócalo de la capital, 100 ciudades más y hasta fuera del país.

Pobre López Obrador. Tanta saliva inútil. Tantas muecas y arrugas, el ceño fruncido, inyectados los ojos, petrificado el rostro, derramada la bilis y el hígado a punto de estallar, y la marcha rosa del domingo 26 lo destrozó.

Se puede frustrar el Tren Maya. Puede ser una inversión inútil la refinería en Dos Bocas. Puede ser un fracaso el aeropuerto de Santa Lucía. Se le puede quedar en sueño infinito el Corredor Interoceánico. Pero nada enloquece más al presidente que haya quienes se movilizan mejor.

Porque ellos, los rosa y blanco, no requieren de acarreo, ni de torta o Frutsi, o un billete, o los programas sociales que son droga para la secta. No precisan de gobernadores corruptos que desvían recursos públicos, usando el aparato burocrático, para mover a la recua.

Los de rosa y blanco llegaron solos. Y asumieron el reto de meter más de 100 mil ciudadanos a la plancha del zócalo y hasta les sobró infantería.

Y ríen al recordar que el mesiánico ofreció irse a La Chingada, su rancho en Palenque, Chiapas, si lograban plantársele más de 100 mil. Y saben que aunque no se vaya todos lo mandan allá.

Los rosa y blanco, en su mayoría, no tienen partido. Los repudian por igual. Ni el PRI, ni el PAN, ni el PRD, ni Movimiento Ciudadano los representan. Pero la democracia, el INE y el respeto a la ley, es su punto de cohesión.

Y Andrés Manuel aportó un poderoso argumento para unirse contra él. El falso demócrata contra los que reclaman democracia. Y entonces comenzó a desvariar.

Minado por el fracaso, cuatro años dando palos de ciego, sin transformar nada, dedicó días y días al denuesto y la diatriba, al ataque artero, ventajoso y desigual, desde la guarida de palacio nacional, hoy tan semejante a la cueva de Alí Babá.

Destiló rabia, improperio, enlodando y difamando, como en las semanas previas a la movilización del 13 de noviembre cuando irrigó veneno en galones, acusando que irían los corruptos y los defraudadores, los hipócritas y los clasistas, los racistas, rateros y corruptos, y achichincles, oligarcas, simuladores, saqueadores, aspiracionistas, antidemócratas, fifís, conservadores, clasemedieros, antijuaristas, neoliberales. Y remató con un genial: “cretinos”.

Tres meses después, vuelve a enloquecer.

Sus ataques son un búmerang. Regresa —y golpea— al que los lanza. El lodo que avienta, impacta en él. El veneno que inocula, no tiene efecto.

Cada agresión verbal es combustible entre los que denuncian que el Plan B es ilegal y que la reforma a leyes secundarias violenta la Constitución General.

Cientos de miles llegaron al zócalo. Miles más quedaron en las calles que confluyen en la Plaza de la Constitución, a dos o tres cuadras, sobre 5 de Mayo, Palma, 16 de Septiembre, 20 de Noviembre, o sobre la Plaza de Santo Domingo.

Lo que Andrés Manuel logra con acarreo, camiones llegados desde cualquier lugar, la dádiva al fan —solovinos les llama el presidente—, los de rosa y blanco lo lograron invocando la defensa del INE.

Y en voz de una mujer de palabra recia, Beatriz Pagés Rebollar, hija del periodista José Pagés Llergo, el retrato del presidente es brutal: demócrata de oropel, dictador electoral, ladrón de votos que abre la puerta a que el crimen organizado imponga a su sucesor.

Y soltó frases con efecto de misil:

“Ni el Zócalo ni el país es de un solo hombre. México es de todos o no es de nadie.

“Callar nos haría cómplices de un crimen de Estado en contra de la democracia, de una reforma electoral maquinada para despedazar al INE y facilitar una ruta a una dictadura electoral

“Se utilizó al INE y se utilizó la democracia para llegar al poder.y hoy quieren matarlos para impedir la alternancia y no lo vamos a permitir.

“Quieren mutilar al INE porque les estorba el voto libre.

“Quieren desmembrarlo porque a la intolerancia le estorba una institución autónoma, fuerte y capaz.

Ante el fracaso y la falta de resultados, ya huelen su derrota.y preparan la estafa.

“Buscan desaparecer al árbitro para torcer la decisión ciudadana en el 24.

“El Plan B de la reforma electoral es la crónica de un fraude anunciado”.

“Si permitimos que nos roben el voto, después vamos a permitir que nos roben otros derechos y otras libertades.

“Vamos a permitir, si no defendemos el voto, que el ladrón entre a robarnos la casa que es México.

“Somos demócratas, ejerciendo la democracia para defender la democracia”.

Unidos “para ser un muro de contención ante la destrucción del país y la devastación de sus instituciones.

“Unidos para plantar cara a los enemigos de la Constitución, a quienes se burlan de la legalidad y la división de poderes.

“Hoy inicia aquí y en más de 100 ciudades del territorio nacional la construcción de un gran frente ciudadano para ganar el 24.

“Desde hoy llenemos las urnas para votar por México.

“Votemos en contra de la mentira y de la mediocridad.

“Votemos en contra de populismos depredadores y autoritarios.

“Votemos para decir a los cercenadores de la democracia No pasarán.

“Venimos a tocar las puertas de la Corte para que los ministros no permitan la pérdida de la nación.

Para decirles con respeto pero con absoluta firmeza: manden al basurero de la historia el Plan B.

No avalen una reforma electoral inconstitucional e inmoral.

“Una iniciativa que abre las puertas al crimen organizado para imponer gobernadores y quién sabe si también al próximo presidente de la República, que atropella los derechos de los indígenas, de las personas con discapacidad, de la comunidad de la diversidad sexual, de los trabajadores del INE y de nuestras mujeres.

“En el 24 abramos con nuestros votos las puertas de la esperanza y la libertad.

“Vayamos por los abstencionistas, por los decepcionados y arrepentidos de haberles dado su voto a quienes no lo merecían, por los damnificados que han dejado a su paso políticas perversas e ineficaces. Vayamos por las clases medias humilladas desde el poder.

“Vayamos por cerrar la brecha social que ha profundizado el populismo demagógico.

“Pongamos a los jóvenes al frente de esta gran cruzada democrática”.

Los ciudadanos no son como los partidos políticos. A los partidos, a los políticos, se les jala, se negocia o se les somete. La sociedad que se organiza termina desafiando al poder.

Y su marcha les salió tan bien que López Obrador enloqueció… otra vez.

Archivo muerto

Pemex sigue segando vidas; tres en Minatitlán, dos en Tuzandépetl. Y en la faena de expiar culpas, fragua la infamia de imputarle a los obreros que laboraban en la refinería Lázaro Cárdenas un presunto consumo de droga. Que den positivo a cocaína, incluso las tres víctimas que realizaban su tarea diaria en la Planta Combinada Maya, y los dos trabajadores más, uno en condición crítica en el hospital Picacho de Pemex, en la Ciudad de México, y el otro ya dado de alta. La perversidad es brutal.

Un audio que circula entre personal de Petróleos Mexicanos describe las causas reales del siniestro, ocurrido el jueves 23 de febrero. Nada de droga. Nada de irresponsabilidad. Hubo incumplimiento a la normatividad, combustibles desbordados y regados a ras de piso, nula supervisión y cero seguridad. La voz de los obreros es contundente. Se realizaban trabajos de soldadura —“cuatro juntas ciegas de 12-300 y 16-300; espárragos cristalizados que el soldador tuvo que cortar”— cuando el personal de contraincendio bajó la manguera y el líquido entrampado se desbordó, cayó al piso siendo alcanzado por una chispa que provocó el incendio. Devorados por las llamas, la desesperación por salvar su vida, dos obreros saltaron desde cinco pisos de altura. Se presume responsabilidad del personal de guardia.

Hay indicios de violación a los procedimientos de seguridad. Previamente se repararon cuatro juntas ciegas y el material líquido se regó. Se hallaba en el piso y no fue recogido ni se limpió el área. “Combinada Maya siempre ha estado ‘cagada’ de producto. No limpian”, refiere uno de los interlocutores. Si había líquido regado, “debió haber parado la chamba”. Y en ese punto tocan el punto clave: el área de operación debió realizar pruebas de explosividad. Los trabajos de soldadura se realizaban en una línea a 250 grados de temperatura. Hay negligencia a la vista. Tan es así, que el líder de la Sección 10 del sindicato petrolero, Jorge Alberto Wade Zúñiga, cursó dos oficios al gerente de la refinería Lázaro Cárdenas de Minatitlán, Carlos Gutiérrez Jacinto.

En el número SG/0973/23, señala que se violó la cláusula 62 del contrato colectivo de trabajo y no se elaboró el Análisis de Seguridad en Trabajo. No se enteró por escrito a los equipos que laborarían en el área sobre las condiciones de seguridad. No se entregó el documento al personal de contraincendio. No se enteró con ocho horas de anticipación a las comisiones de Seguridad e Higiene. En el oficio SG/0974/23, Wade Zúñiga conmina al gerente Gutiérrez Jacinto a que “se reactive” el Programa de Pláticas de Inducción a la Seguridad y Prevención Contra Incendio para “disminuir las posibilidades de que se repita este u otro acontecimiento. “Asimismo, retomar la integración de las brigadas de rescatistas voluntarias en los distintos departamentos”.

O sea, fue negligencia. Y hay responsables. Pero en el Pemex de Rocío Nahle García y Octavio Romero Oropeza, secretaria de Energía y director de la empresa, la infamia es lo único que prevalece. Para que los negocios cundan y las complicidades de funcionarios prevalezcan, se fragua acusar a los obreros, tres de ellos fallecidos, de laborar bajo los efectos de la droga. Infames. Y la tragedia de Tuzandépetl también hay negligencia… Dos millones del erario para el Plan Municipal del Desarrollo y se los llevó un yunista.

Por asignación directa, Rafael Vela Martínez se agenció el contrato para elaborar el diagnóstico social, económico, de infraestructura y ambiental, así como la realización de foros de consulta ciudadana, definición de objetivos, metas estratégicas de las diferentes áreas que integran la administración municipal. El contrato CC-AD-001-2022 fue suscrito el 14 de enero de 2022, dos semanas después de haber iniciado el gobierno morenista, pero entró en vigor hasta que fue aprobada la partida presupuestal del fondo de participaciones 2022. Dos millones de pesos más IVA por el Plan Municipal de Desarrollo y el elegido, sin licitación o invitación restringida, fue Rafael Vela Martínez, director de la consultoría Enfoque Veracruz.

Lo avala una licenciatura en economía, maestría en desarrollo regional y doctorado en gobierno y administración públicas. Pero su pasado es yunista. Rafael Vela fue subsecretario de Desarrollo Regional en la Secretaria de Desarrollo Social de Veracruz, de diciembre de 2016 a febrero 2018, durante la gestión de la hoy senadora panista, Indira Rosales San Román, número uno en el staff de los Yunes azules. Como se ve, la inquina del morenismo contra el yunismo es sólo de labios hacia fuera. Y si hay que pagar bien, el ayuntamiento amadista no escatima en mandar a la porra la franciscana austeridad… Johnatan Franco ya no sabe cómo maquillar el nepotismo municipal. Dilata la resolución del expediente que implica al director general de Obras Públicas de Coatzacoalcos, Arturo Delgadillo Medina; director de Obras, Onésimo Mendoza, y el hijo de éste, Víctor Manuel Mendoza Villegas, y se resiste a dictaminar.

Quizá el director de Quejas, Denuncias e Investigaciones de la Contraloría Municipal no sepa que en el SAT hay evidencia del cargo y salario asignados a Víctor Manuel Mendoza, que acreditan que su jefe directo ha sido su padre, Onésimo Mendoza Flores, desde su ingreso al ayuntamiento de Coatzacoalcos, el 1 de octubre de 2022. Una vez que la Sociedad Mexicana de Industriales Transformadores de la Construcción (SMITC) en el sur de Veracruz formalice la denuncia en la Fiscalía Anticorrupción de Veracruz, Johnatan Daniel Franco Rangel pasará de investigador a investigado y arrastrará al contralor Mario Pintos Guillén y al alcalde Amado Cruz Malpica…

El saqueador quiere silencio. Un carpetazo y ya. Cuitláhuac intenta sepultar la basura, ocultar el lodo, sofocar las llamas, que no se hable de Araly Rodríguez y que no se sepa qué tanto su primo Eleazar Guerrero movió la corrupción. 

El saqueador de Veracruz, como su alter ego, Javier Duarte, imagina que su palabra cierra la discusión, omitiendo que la tildó de prestanombre, fachada de empresas proveedoras —fantasmas, en realidad— y al dejarla sin trabajo manda al limbo los 100 millones de pesos que su gobierno le entregó.

Lo de Araly Rodríguez es sólo una rendija. El boquete está en la red de corrupción, el rol de Eleazar Guerrero Pérez, sus tentáculos en cada secretaría, los recomendados, los enlaces administrativos, la pandilla, con nombre y apellido, que orquestó, desde el primer día, compras y más compras, contrataciones violentando la ley, licitaciones simuladas, la inacción de los órganos internos de control, el Orfis vapuleado y replegado y Cuitláhuac García, en la cúspide, como beneficiario mayor.

Y el gober se afana en la teoría del carpetazo inmundo.

Y divaga, como lo hacía Duarte, denostando a la prensa que dio santo y seña, la que investigó y halló, y también la que sólo cachó y difundió las filtraciones que provenían de la pandilla voraz.

Y delira, como el preso gordobés, en que las empresas fantasma no son fantasma sólo por el hecho de existir, aunque, bien lo sabe, sirvan para delinquir


Cuitláhuac es tonto y torpe. Es insensato y burdo, queriendo enderezar lo que él mismo enchuecó. Si antes admitió que con Araly Rodríguez Vez se acreditaba una caso de corrupción, hoy el discurso cínico lo implica en un escándalo de colusión.

Se le investiga, dijo Cuitláhuac García, el 6 de febrero. Y la tildó de prestanombre.

Y armó un show. Simuló una investigación interna. La empleada con plaza de maestra, que gana 7 mil 200 pesos al mes y cubre un interinato, que tiene credencial de elector con dirección en Poza Rica, representa a una empresa con domicilio en Xalapa, adscrita a una escuela en Cosoleacaque, o sea norte, centro y sur de Veracruz, está limpia.

Le habrán dado siete contratos. Habrá cobrado más de 100 millones de pesos. Puede tener una empresa con domicilio social en una tienda de abarrotes o junto a ella, en una colonia proletaria, en calles de tierra. Los millones cobrados no les dio para rentar un piso o comprar una oficina. Y está limpia.

Habrá tenido el tino de ganar contratos en la Secretaría de Seguridad Pública, en la pestilente Secretaría de Salud, en el DIF donde la marrullería es carta de presentación. Y está limpia.

Y Cuitláhuac abrió la Caja de Pandora. Aireó los males del mundo y los demonios de Morena. Volaron las corruptelas de la pandilla en Salud, las transas en Seguridad Pública, la uña en Infraestructura y Obras Públicas, el saqueo en cada oficina, la red de corrupción a todo lo que da.

Y cuando el escándalo lo devoró, metió el reversazo. Once días después, hecho trizas, acuchillado por los suyos, los que filtran y filtran documentos, contratos y versiones a periodistas y redes sociales, al presidente del PRI en Veracruz, Marlon Ramírez Marín, lanzando misiles el diputado que un día fue de Fidel y otro de Duarte, Cuitláhuac finalmente reculó.

Araly, dijo el 17 de febrero, no es prestanombre, la empresa que representa concursa desde 2003, no es empresa fantasma y su domicilio social no es el que la prensa difundió.

Y la vedette de palacio volvió a cantinflear:

“Ahora nadie dice, uno, que la empresa no es fantasma y que el domicilio de la empresa sí existe. Algunos medios mintieron con la foto de una tiendita y no mostrar completa la foto, donde junto a la tienda está la empresa, su logo y la dirección correcta”.
Y sostiene:
“No es fantasma, no hay robo, fraude o cosas inexistentes y están todos los servicios materiales a los que se comprometió. Es una empresa constituida no de ahora, de años, no entró en nuestro gobierno, sino de años. Lo único que hizo fue trabajar en la SEV, pero no es su actividad principal”.
Ya metido en sus delirios, Cuitláhuac categorizó a la prensa como “voceros de la corrupción”.

Los voceros de la corrupción existen. Es su prensa, los portales comprados, mercenarios de la información, hoy al servicio del gobierno morenista de Veracruz, los Robles y su mala Imagen, los Rosas y Al Calor, radio y televisión hincados y sometidos, y un ejército de páginas ficción que desde las redes sociales traducen el silencio y el aplauso en jugosos convenios de publicidad.

Araly es lo de menos, pero siguiendo esa pista se llega al círculo del gobernador. Y ahí estriba la operación carpetazo de Cuitláhuac. Quiere sofocar el fuego antes que escale, crezcan, devore el edificio de poder. Que no alcance a Eleazar Guerrero, subsecretario de Finanzas, catalogado como el verdadero padrino en esta trama de corrupción.

Todo Morena sabe que la Secretaría de Salud es coto de Norma Rocío Nahle García. Ahí incrustó la secretaria de Energía a Roberto Ramos Alor, un convidado de piedra, llevando las jornadas médicas a ritmo de música caribeña, tocando las tumbas, su delirio por la percusión.
Y los alfiles de Nahle y Eleazar Guerrero disponiendo de la Secretaría de Salud, los Sisniega, los Rueda, los Basurto, los Alvarado, transitando de su medianía a ser magnates con viajes a Europa.

Cuitláhuac ya palpó el efecto de la guerra interna, el choque morenista, la cruenta batalla por la sucesión, el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, filtrando información explosiva contra sus adversarios; Cisneros contra el delegado de Bienestar en Veracruz, Manuel Huerta; Manuel Huerta orquestando el abucheo al gobernador en Boca del Río, frente al presidente Andrés Manuel López Obrador; el líder del Congreso, Juan Javier Gómez Cazarín, embistiendo a los enemigos de Rocío Nahle. Unos y otros en una épica gesta, lodo contra lodo, corrupción contra corrupción.

El carpetazo llegó cuando un personaje clave, José Luis Lima Franco, soltó la respuesta crucial al acertijo. Para entender las asignaciones directas, los contratos ilegales, debía saberse quién recomendó a los enlaces administrativos de cada secretaría.

Lima Franco es una pieza fundamental. Siendo secretario de Finanzas y Planeación, tiene el manejo del dinero federal y los recursos propios, el tema de la deuda pública, el pago a acreedores y municipios tras el saqueo duartista. Sin Lima Franco el gobierno de Cuitláhuac sería polvo.
El 16 de febrero, la Sefiplan fijó postura: “Habrá que investigar a esos administradores de la SSP, SEV, SSA y DIF, quien los puso y a quien obedecen en realidad”.

Lima Franco lanzó un dardo envenenado. Esa red la controla Eleazar Guerrero, el primo incómodo. Y va más allá de Poder Ejecutivo. Se extiende al Poder Judicial, donde Joanna Marlene Bautista Flores, su antigua secretaria, mantiene el control del dinero desde la Secretaría de Administración.

Ejerció un presupuesto de 11 mil 178 millones de pesos en 2022 y en ocho meses prácticamente llevó a la quiebra al Poder Judicial, una quiebra simulada. Mientras los magistrados debieron reducirse el salario, Joanna Marlene siguió cobrando sus 96 mil pesos mensuales e inundó la nómina con 158 empleados, la corte chaira, con sueldos que van de los 16 mi a los 60 mil pesos, y dispensando contratos irregulares, según acusó la magistrada Concepción Flores Saviaga.

Cuando restaban cuatro meses para concluir el año, Cuitláhuac García apretó a la entonces presidenta del Poder Judicial, Isabel Romero Cruz, y se quedó con 500 millones del presupuesto.

Una más de Eleazar Guerrero. Protagonizó el primer escándalo de corrupción cuando el gobierno de Veracruz adquirió 160 patrullas para la Secretaría de Seguridad. Cuitláhuac García anunció haber erogado 208 millones de pesos. La adquisición fue mediante una licitación simplificada. Pero violó la ley. Por el monto, debió ser licitación nacional.

Ante la gravedad del hecho, se retractó. Dijo haber adquirido sólo 50 patrullas y tener en arrendamiento 110 más. Habría pagado 39 millones de pesos. Aún así debió ser licitación pública. un caso de corrupción en el que se implica a Andy, el hijo travieso de López Obrador.

El carpetazo no protege a Araly. Protege a los alfiles de Nahle, del primo incómodo, de Ulises Rodríguez Landa, el operador administrativo en la Secretaría de Seguridad, y a los administradores en la SEV, SSA y DIF, “quién los puso y a quién obedecen en realidad”, la sentencia de Lima Franco.
Y cuando el fuego amenaza, Cuitláhuac blinda a Eleazar.

Archivo muerto

 

En el radar del Poder Judicial, no se halla el sur de Veracruz. Ni la ciudad judicial en Coatzacoalcos, ni el fortalecimiento de los juzgados, ni el nombramiento de secretarios, ni la justicia al pueblo. No hay un peso para invertir en todo 2023. Cerrada, extraviada, su presidenta, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, lo dice con la crudeza de quien teniendo el presupuesto, lo oculta, o no lo ejerce, o estando autorizado, deja que el Poder Ejecutivo, léase el ratón de Cuitláhuac, vía Sefiplan, se agandalle los recursos destinados al mejoramiento de la impartición de justicia. Tres meses apenas, y la mal togada es una réplica de Isabel Romero Cruz, ex presidenta del Poder Judicial de Veracruz que rendía pleitesía al gobernador Cuitláhuac García Jiménez hasta la abyección. Lisbeth Aurelia Jiménez anda igual.

Es un cero a la izquierda. A un grupo de abogados de Coatzacoalcos les dijo en corto, en Xalapa, que no hay nada para el sur de Veracruz en todo 2023. Y a todo lo que le plantearon, respondió con negativas sin sentido. Ni cómo abatir rezago de expedientes, ni cómo contratar personal, ni cómo adquirir los predios para construir la ciudad judicial, ni cómo contar con el área para convivencia padre-hijo en casos de rompimiento familiar. Nada sabe la presidenta-adorno del Poder Judicial de Veracruz.

Y cómo no, si ni debió ser magistrada pues llegó a ocupar el cargo del magistrado Roberto Dorantes Romero, quien se amparó contra el retiro forzoso y ganó con una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Así que la magistrada espuria empezó mal y sigue peor. De aquel encerrón con abogados de Coatzacoalcos hay historia larga, pero en partes se cuenta mejor… Insostenible, Sergio Hernández Vallarino fue enviado a la congeladora. Al notario uno de Cosamaloapan se le viene la ley encima, acusado de violencia intrafamiliar, amenazas y la infame acción de haber tatuado en la piel de su esposa su nombre, así como la imagen del fierro con que marca a los animales del rancho.

Lo suspendió la Dirección de Notarías del gobierno de Veracruz y, según la versión oficial, fue por presuntas irregularidades en su función. Mientras, su expediente yace en la Fiscalía de Veracruz y apenas si se mueve, encubierto desde las entrañas del monstruo judicial que jefatura Verónica Hernández Giadans, la fiscal espuria. Notaria ella, ha tendido un manto protector sobre quienes son de su gremio y enfrentan denuncias penales. Así ocurre con Alejandro “N”, notario de Chinameca, radicado en Coatzacoalcos, cuya pareja lo denunció por violencia en el seno familiar, describiendo conductas malsanas, la agresión en su más vil expresión, vicios y el intento de arrojarla desde un balcón, o sea tentativa de homicidio.

Así lo dice la denuncia; así consta en el expediente de Alejandro “N”. A Sergio Hernández Vallarino ya le llegó su hora. Ahora queda que la fiscal Verónica Hernández se digne procurar justicia o un juez federal u otro escándalo mediático nacional la obligarán. Y luego va el notario Alejandro “N”, al que lo mantuvieron cobijado y solapado y por el que están en curso dos quejas, una contra la fiscal especializada en delitos contra la familia por empantanar las denuncias, y otra contra la psicóloga de la Fiscalía Regional de Coatzacoalcos que lo mismo dice que el susodicho notario tiene conducta paranoide que lo ve sociable y bueno para liberar el estrés… 

El Congreso puede esperar. Eusebia Cortés, en mala hora diputada local por Coatzacoalcos, invierte su nada valioso tiempo en andar armándole la campaña anticipada a su madrina —o matrona—, Norma Rocío Nahle García, y de paso la suya, ese delirio que se trae por ser alcaldesa.

Acude a un plantel escolar, en poder de madres de familia ante la indolencia de las autoridades educativas y la demagogia del secretario de Educación, el ex stripper Roberto Zenyazen Escobar García; escucha la queja de los padres de familia por las condiciones del inmueble y toma nota. Por delante arguye que “yo estoy aquí porque me habló hace un ratito la ingeniero Rocío Nahle y (me dijo) ve a checarme cómo está ese tema. Por eso estoy aquí. Yo siento que con ella”. Mala legisladora, Cheva por lo menos es cómica.

La patraña da risa. Nahle está que no duerme con el fiasco de la refinería Olmeca, construida en Dos Bocas, Tabasco, y peor cuando la Auditoría Superior de la Federación detectó inconsistencias por más de 40 millones de pesos, y Cheva Cortés quiere arrear guajolotes a sombrerazos, usando el nombre de la secretaria de Energía como si se comadrearan todas las tardes. Cuando la queja por la campaña anticipada llegue al OPLE y luego a los tribunales electorales, Rocío Nahle ya tendrá tiempo de reclamar a quien le puso esa piedra en el camino…